Vivimos en un mundo cada vez más difícil de entender. No solo está cambiando: está en plena metamorfosis. La metamorfosis implica una transformación mucho más radical en la que las viejas presunciones de la sociedad moderna se derrumban y surge algo distinto, nuevo. Para entender esta metamorfosis del mundo hay que explorar nuevos principios, fijarse en qué permanece de lo viejo y buscar estructuras y normas futuras en la confusión del presente.
Desde el último tercio del siglo XX, el mundo, además de enfrentarse al peligro de una tercera guerra mundial nuclear, percibió el claro deterioro de sus grandes equilibrios ecológicos. Lo que en las postrimerías de la centuria llevaría a poner énfasis en la lucha contra calentamiento global y cambio climático, a partir de la Cumbre de la Tierra (Río-92), cuando se firmó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático. Actualmente, esa cuestión constituye el mayor problema a medio y largo plazo de la humanidad, pues de no ir hacia una sociedad descarbonizada, la subida de las temperaturas más allá de dos grados por encima de la era preindustrial, nos haría entrar en una situación irreversible: la biosfera dejaría de ser un hábitat hospitalario de todas las especies, para convertirse en un mundo cada vez más inhabitable. El clima de la Tierra nunca ha sido el mismo, y dentro de él ha habido cambios espontáneos importantes a lo largo de los cientos de miles de años de que se tienen registros de temperaturas y de contenidos de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Sin embargo, los cambios que ahora se están produciendo, ya no se deben a fenómenos naturales como las alteraciones en la radiación solar, o la mayor o menor inclinación del eje planetario: son, definitivamente, de origen antrópico. En un mundo muy complejo, que ya no es el del Neolítico con poco más de diez millones de seres humanos, sino que se trata de un planeta hominizado que aceleradamente se situará en los 11.000 millones de terrícolas en 2100. En este libro se estudian los fenómenos comentados, y los esfuerzos de la comunidad internacional. A partir de 1992, con la citada Convención de las Naciones Unidas, y desde 1997 con el Protocolo de Kyoto. Lo cual no significa que las soluciones estén ya en el horizonte; pues la acumulación de CO2 es cada vez mayor, y el calentamiento y otras alteraciones climáticas no dejan de crecer. Ante lo cual, esa es la esperanza, empieza a haber una conciencia ecológica, así como el diseño de los mecanismos para controlar la situación. En la expectativa de que aún podemos llegar a tiempo: con una serie de acuerdos y decisiones que se estudian en estas páginas, incluido el Acuerdo del Clima, de París, noviembre/diciembre de 2015.
La responsabilidad de la economía española en el calentamiento global analiza con detalle la historia de las emisiones de gases de efecto invernadero en España desde 1990 hasta la actualidad, poniendo de manifiesto el papel de las diferentes actividades y gases y comparando la evolución española con la de la Unión Europea. La conclusión es que España ha contribuido históricamente al problema del cambio climático de una forma desproporcionada respecto a su peso en la población mundial. Este análisis demuestra que, durante la etapa del boom económico, el crecimiento de las emisiones fue aún mayor que el que señalan las estadísticas oficiales, dado que las emisiones asociadas a las importaciones superaron mucho a las generadas en el país para producir bienes exportados. Además, los autores ofrecen una perspectiva novedosa sobre la contribución de las diferentes comunidades autónomas a la emisión de gases de efecto invernadero y profundizan sobre las consecuencias de las decisiones de consumo privado en la generación de dichas emisiones.
Este libro pretende hacer inteligible también a los no juristas un reto formidable que al derecho y a las instancias públicas les están planteando los avances de la ciencia. No sólo es ya la destacada presencia de cuestiones científicas en la agenda política -cambio climático, transgénicos, generación de energía, biogenética, riesgos medioambientales, etcétera- sino que los progresos de la ciencia, con las aplicaciones técnicas que de ellos pudieran derivarse, generan un creciente desconcierto en las autoridades públicas ante la incertidumbre que con tanta frecuencia rodea sus decisiones en materias con un componente científico relevante. Así es como las instancias políticas y jurídicas de decisión -parlamentos, administraciones, agencias, tribunales- se ven abocadas, cada vez más, a ejercer su indeclinable función decisoria en entornos de reconocida incertidumbre científica. ¿Cómo se está decidiendo en la incertidumbre? Pues tal como aquí se analiza críticamente, con una actitud claudicante del derecho y la política ante las complejidades de la ciencia. Por un lado, el derecho está cediendo facultades decisorias a la ciencia y sus intérpretes. Por otro, la tecnociencia organizada, invocando el conocimiento experto, está ganando espacios en los que debería primar la decisión de las instancias públicas con la debida legitimación democrática y constitucional. Esta deriva cientifista, de la que el llamado principio de precaución es un significativo exponente, no se corresponde por lo demás con los modos de decisión propios del derecho, más proclives a desenvolverse en las ficciones construidas del relato literario que en las rigurosas verificaciones empíricas de la ciencia. Y son los modos característicos del derecho los que habrán de afinarse y actualizarse si se quiere afrontar la cuestión inminente y de gran calado de la responsabilidad, también frente a las generaciones futuras, por las decisiones adoptadas en la incertidumbre.
Hoy en día, los agrocombustibles (principalmente biodiésel y bioetanol) son objeto de políticas públicas e incentivos, y se ha acelerado su producción a gran escala, con la intención de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y por tanto contribuir a la mitigación del cambio climático. Las y los autores de este libro integran el Grup de Bionegocis, un espacio multidisciplinario impulsado desde la Campaña "No te Comas el Mundo", que investiga en Cataluña desde el año 2007 sobre la temática de los agrocombustibles. El principal objetivo de esta publicación se ubica en profundizar algunos aspectos con el objetivo de brindar herramientas Pretende responder a preguntas tales como: ¿Qué son los agrocombustibles? ¿Es positivo su rendimiento energético? ¿Cuál es la huella hídrica de estos carburantes? ¿Son realmente una respuesta ante el calentamiento global? ¿De dónde proviene la materia prima? ¿Mejoran las condiciones de vida en los países del Sur? ¿Cuáles son los intereses corporativos en este rubro? ¿Generarán los agrocombustibles una mayor deuda ecológica? ¿Es la segunda generación una respuesta adecuada? ¿Qué perspectivas tenemos ante la soberanía alimentaria y la soberanía energética? de reflexión y de acción. Pretende responder a preguntas tales como: ¿Qué son los agrocombustibles? ¿Es positivo su rendimiento energético? ¿Cuál es la huella hídrica de estos carburantes? ¿Son realmente una respuesta ante el calentamiento global? ¿De dónde proviene la materia prima? ¿Mejoran las condiciones de vida en los países del Sur? ¿Cuáles son los intereses corporativos en este rubro? ¿Generarán los agrocombustibles una mayor deuda ecológica? ¿Es la segunda generación una respuesta adecuada? ¿Qué perspectivas tenemos ante la soberanía alimentaria y la soberanía energética? La Campaña No te Comas el Mundo es una propuesta destinada a la promoción del reconocimiento de la deuda ecológica, y a la exigencia de la soberanía alimentaria de los pueblos. Se encuentra integrada por el Observatori del Deute en la Globalització, Veterinarios Sin Fronteras y la Xarxa de Consum Solidari.
Sovint parlem de canvi climàtic i ens fa la sensació que queda lluny, que això no fa per a nosaltres, que des de casa no hi podem fer res. Doncs no, tot el contrari. Aquest llibre demostra que sí que podem incidir, i molt, en la manera com funcionem energèticament en l'espai domèstic, a la feina, en els comerços o en el transport que utilitzem. A través dels consells que us oferim, millorarem el nostre entorn, segur, el del planeta també i, de passada, podrem estalviar força diners sense gaire esforç. La sostenibilitat i l'eficiència energètica són a les nostres mans. Alguns dels exemples que us presentem ho evidencien clarament i posen de manifest que molta gent a Catalunya ja ho practica amb èxit.
En su trabajo más ambicioso hasta la fecha, Thomas L. Friedman muestra los movimientos tectónicos que demuestran que hemos entrado en una era de aceleración vertiginosa -y explica cómo vivir en ella. Gracias a los últimos avances tecnológicos, los alpinistas del Everest disfrutan de excelente servicio de telefonía móvil y los automóviles que se conducen solos ya están en nuestras carreteras. Mientras tanto, la Madre Naturaleza también está experimentando cambios dramáticos a medida que los niveles de carbono se elevan y las especies se extinguen. Y es que según Friedman, tres son las fuerzas aceleradoras que están cambiando nuestro planeta: la ley de Moore (tecnología), el mercado (globalización) y la madre naturaleza (cambio climática y biodiversidad). Estos aceleradores están cambiando cinco reinos clave: el lugar de trabajo, la política, la geopolítica, la ética y la comunidad. Con la vitalidad, el ingenio y optimismo al que ya nos tiene acostumbrados, Friedman muestra que podemos superar las múltiples tensiones de una era de aceleraciones, si disminuimos la velocidad, si nos atrevemos a llegar tarde y usamos el tiempo para reimaginar el trabajo, la política y la comunidad. Gracias por llegar tarde es una guía de lectura esencial para entender el presente y el futuro que nos espera.
El cambio climático resuena en todos los medios de comunicación, de golpe gobiernos y países se afanan en reuniones interminables; nosotros lo notamos en el tiempo cambiante, en la floración de las plantas, en la ansiedad que hay en la calle. ¿Nos
El cambio climático es el tema de nuestro tiempo y preocupa a científicos, políticos y ciudadanos por igual. Pero a lo largo de la historia del planeta se han sucedido los cambios climáticos como parte natural de la evolución de la naturaleza y de las especies. El libro se divide en tres partes: una primera, histórica, donde se cuenta cómo el clima se ha enfriado y calentado a lo largo de la prehistoria y de la historia y cómo esos cambios han afectado a las especies y al hombre. La segunda parte habla del presente, de la situación climática actual. Roberto Brasero maneja mucha información y desmiente muchas veces las predicciones apocalípticas sobre el calentamiento global. Por último, la tercera parte hace una proyección de lo que puede ocurrir en el futuro, dando voz tanto a los preocupados como a los escépticos del cambio climático.
En El cambio climático se ofrecen un compendio conciso, tanto de los elementos científicos básicos del conocimiento acerca del cambio climático, la modificación de la composición química de la atmósfera y sus repercusiones en los climas del planeta, como
El actual sector de la construcción es el responsable a nivel global de casi el 40 por ciento de las emisiones contaminantes, el 30 por ciento de los residuos sólidos y el 20 por ciento de la contaminación de las aguas. El presente libro se aproxima, de manera divulgativa, al potencial de la arquitectura como activo ambiental para hacer frente a estos impactos en el marco de los objetivos establecidos por la Unión Europea para el año 2050. Desde un planteamiento interescalar, se abordan el clima y el territorio como aspectos clave en cualquier solución urbana y arquitectónica; la ciudad y su entorno paisajístico como la escala adecuada para la gestión de los impactos del cambio climático; las personas y su actividad como centro alrededor del cual se establecen nuevos patrones culturales y de habitabilidad; y por último, se explica el origen vernáculo de la arquitectura como referente para una arquitectura responsable a nivel cultural, social, económico y ambiental hacia la que debemos transitar colectivamente.
La diversidad de las tribus llamadas ?primitivas?, tan alejadas geográfica y culturalmente de nuestro entorno, nos ofrecen modelos y principios que pueden sugerirnos un orden social diferente, en un momento en el que el cambio climático parece irreversible y en el que contemplamos cómo los avances tecnológicos y científicos benefician a una minoría cada vez más reducida. ¿Puede el hombre vivir en paz o es esencialmente guerrero? ¿Prefiere la cooperación al enfrentamiento? ¿De dónde surge la desigualdad de género? ¿Es necesaria la jerarquía para el buen funcionamiento de una sociedad? A través de trabajos de campo de prestigiosos etnólogos que han convivido largamente con pueblos esencialmente agricultores y cazadores, pero también guerreros, este libro rastrea principios y modelos culturales que tal vez puedan servirnos de guía o, al menos, ayudarnos a comprender mejor nuestros errores pasados y posibilidades futuras.
?Cantaremos a las fábricas colgadas de las nubes por los hilos de sus humaredas?, clamaba el Manifiesto Futurista en 1918. Eran tiempos de auge del industrialismo y la vanguardia cultural manifestaba, en consonancia, su admiración por la velocidad y la máquina. Ciento diez años después, debemos formular una serie de principios exactamente opuestos. Nos encontramos en un momento crucial, ?el siglo de la Gran Prueba?, en el que la mitigación del cambio climático o una transición ordenada a sociedades sostenibles no será posible sin un completo cambio de valores: la diversidad, la sencillez, la durabilidad y el valor de lo próximo son algunos de ellos. Las humanidades ambientales abarcan estudios y propuestas que ponen en común la esfera cultural con la crisis ambiental. Son humanidades que no entienden su separación de la ciencia, y que pueden servirnos para imaginar futuros vivibles, no para trazar utopías irrealizables ni vaticinar escenarios apocalípticos. Se trata de librarnos de la economía como medida de todas las cosas y forjar una cosmovisión alternativa, que coloque el logro de la vida buena y el reequilibrio de la biosfera como metas. Científicos y activistas no cesan de advertirnos del colapso civilizatorio al que nos aproximamos, pero la reacción social necesaria está todavía por llegar. Por eso, las artes que reflejan este cambio pueden servirnos de guía en esta encrucijada, en esta gran prueba: nuevas formas de percibir y sentir el medio ambiente, pueden contribuir, mediante la emoción, al cambio de actitudes.
«¿Podemos leer trágicamente el mundo social contemporáneo? ¿Tendría sentido hacerlo? ¿Deberíamos? En los trabajos reunidos en este libro se insiste en dar una respuesta afirmativa a los tres interrogantes». Efectivamente, la presente compilación de escritos aparecidos en revistas y libros pone de manifiesto el itinerario unitario desarrollado por Ramón Ramos en pos de un objetivo: «el de pensar y reconstruir la tradición sociológica en el plano de sus relaciones con lo trágico para reivindicar su pertinencia actual, en unos tiempos marcados por el riesgo medioambiental y el temor a la catástrofe con la que amenaza el cambio climático. Que hay una tradición de lo trágico en la sociología es indudable; que esa tradición ha sido fructífera, también lo es; que se haya desarrollado de forma suficiente es más que cuestionable; que sea pertinente en la actualidad es algo sometido a debate, aunque soy de la opinión de que su pertinencia es inequívoca y que hay muy buenas razones que lo avalan».