Ir al contenidoc. 1939-c. 1945 (incluye la Segunda Guerra Mundial)
Es cierto que, como decía mi padre, nos habían dado una buena torta
La mañana del 10 de mayo de 1940, llegó la guerra. Rápidamente, sobrevino el desastre. El 22 de junio, se firmó el armisticio con Alemania. Habíamos sido derrotados. Fue el verano de nuestros 13 años, los míos y los de mi amigo Eusèbe. Y no estábamos dispuestos a resignarnos.
En aquesta segona part dEls infants de la Resistència, el François, lEusèbe i la Lisa ja no estan tan sols en la desigual lluita que han emprès contra els ocupants nazis. Els adults miraran dajudar-los en una operació terriblement arriscada en què, en una França cada vegada més trencada i dividida, hauran denfrontar-se al racisme, la violència i fins i tot la mort.
Si bien es un hecho conocido que España nunca participó oficialmente en la Segunda Guerra Mundial, no es menos cierto que fueron muchos los pilotos españoles que durante el período desde 1939 a 1945 tuvieron la oportunidad de enfentarse a aviones de país
Desde finales de agosto hasta comienzos de septiembre de 1939, las cancillerías y gobiernos de las potencias europeas vivieron una actividad frenética ante una guerra a todas luces inminente y cuyas consecuencias imprevisibles mantenían en vilo a Europa entera. Desde hacía tiempo, parecía evidente que Hitler quería recuperar la ciudad alemana de Danzig, declarada «ciudad libre» por el Tratado de Versalles y rodeada ahora de territorio polaco. Mientras el ejército de este país se aprestaba a una heroica defensa de sus fronteras, al dictador alemán tan sólo le detenía la aparente firmeza de británicos y franceses para cumplir sus compromisos de ayuda mutua con Polonia; pero ante la opinión pública occidental se alzaba el espectro del pacto entre Hitler y Stalin.En esta electrizante obra, el prestigioso historiador Richard Overy reconstruye paso a paso la terrible guerra de nervios entablada en los días que precedieron al estallido del conflicto, caracterizados por las amenazas entre gobiernos, el juego estratégico de adivinar hasta dónde sería capaz de llegar el contrario y la creciente sospecha de que el mundo, al borde del abismo, afrontaba uno de sus momentos más sombríos.
Lejos de ser una historia general de la segunda guerra mundial, Richard Overy aborda en este libro las claves que propiciaron la victoria de las fuerzas aliadas. La marcha de la guerra sufrió un cambio radical entre 1942 y 1945, un giro clave que explica por qué ganaron los Aliados. Overy no se limita a un análisis de los medios materiales, sino que abarca la dimensión moral, diferenciando entre el cómo y el porqué de ese triunfo. Para ello, en una primera parte, el autor examina los cuatro campos de conflicto decisivos para los Aliados (la guerra marítima, el frente oriental, la ofensiva aérea y la reconquista de Europa); en la segunda, se detiene en los factores más amplios, igualmente cruciales en los distintos teatros de combate (el equilibrio de recursos y la eficacia militar, pero también el liderazgo y el criterio estratégico, la movilización y los contrastes morales entre los bandos enfrentados). El resultado no es sólo una historia del triunfo sobre la adversidad, sino una reflexión en torno a cuestiones que aún hoy, cuando se cumplen sesenta años del final de la segunda guerra mundial, son relevantes.