Orquestas y conciertos en la Sevilla de la Restauración (1875-1931) pretende esclarecer los orígenes de la actividad sinfónica y camerística en Sevilla a través del estudio de las sociedades musicales instrumentales fundadas en la ciudad durante el próspero periodo de la Restauración.
Julio de 1936. Santiago, joven periodista del diario malagueño El Sol, se encuentra veraneando en casa de sus padres en Santa Fe, pueblo de la vega granadina. Una mañana, se entera del regreso del vecino José Bermúdez Heredia, alias el Viruelas, tras qui
Cuentos españoles de antaño reúne diez relatos inspirados en leyendas populares de Levante, Castilla y País Vasco, magníficamente prologados y traducidos por Carmen Martín Gaite. Las hazañas de Salvador, El Príncipe Vanidoso, Urruchu, Rolando o Juanín, descritas con una inusitada fuerza plástica, recuperan hoy para el lector ;como lo hicieron para el público americano de los años treinta; toda la magia y la fantasía de una patria convertida por el recuerdo en quimera.
Oleza - la ciudad imaginaria trasunto de Orihuela - desempeña en las novelas de Gabriel Miró tanto la función de escenario de la acción como de auténtico protagonista. En «El obispo leproso» el autor se distancia de la linealidad en que se desenvuelve «Nuestro Padre San Daniel», la primera novela del ciclo de Oleza, para abordar una estructura más compleja, donde domina lo narrativo sobre lo descriptivo en un discurso literario presidido en todo momento por la riqueza y extraordinaria originalidad de la palabra mironiana
Todos somos traidores en algún momento de nuestra vida. Bien lo sabe el protagonista de Las flores de Baudelaire, Alfredo Maldonado, un reputado fotógrafo en el Bilbao industrial de 1917 que se ve inmerso en una investigación sobre el brutal asesinato de la hija de una de las familias más ricas de la ciudad. Maldonado, un hombre desencantado y con una afición oscura, diseccionará con su humor ácido una sociedad indiferente a la tragedia de la Primera Guerra Mundial. El resultado de sus pesquisas lo llevará a descubrir una trama de complejos intereses familiares y financieros cuyo denominador común será el mal. «La novela demuestra que la ambición y la mezquindad no son sólo atributos de nuestro tiempo.»
Catálogo de la exposición celebrada simultáneamente en la Biblioteca Nacional y el Museo del Romanticismo, entre febrero y mayo de 2014. Articulado en cinco secciones principales. El primer punto está dedicado a los antecedentes del turismo, a los momentos previos a su institucionalización y a los avances en las infraestructuras. El segundo revisa los primeros intentos de institucionalización y propaganda que surgieron en 1908. Una tercera fase se centra en la Comisaría Regia del Turismo. El punto cuarto profundiza en la labor del Patronato Nacional de Turismo, y en las diferentes épocas y etapas que atraviesa, desde las Exposiciones Internacionales hasta la Guerra Civil. Y por último, se pone cara a esos primeros turistas con la selección de algunas imágenes, muchas de ellas tomadas por fotógrafos aficionados, que nos permiten conocer de primera mano aspectos cotidianos del turismo.
Catálogo de la exposición celebrada en la Biblioteca Nacional (3 de julio a 4 de octubre de 2015). Reúne más de doscientas piezas, en su mayoría pertenecientes a la colección de la propia Biblioteca; se articula la exposición en seis secciones y explica a través de tratados, grabados, fotografías y álbumes la evolución de la representación arquitectónica hasta la llegada de la fotografía. Intenta explicar cuándo se introdujo la fotografía de la arquitectura en España, su utilización, la elección de monumentos y obras, las técnicas desarrolladas y las características de su práctica. Se han incorporado también algunos fondos imprescindibles de importantes instituciones como el Museo Nacional del Prado, la Biblioteca Nacional de Francia o la Real Biblioteca del Palacio Real. Entre otras, se pueden ver las principales obras de dos grandes fotógrafos extranjeros del siglo XIX, Charles Clifford y Jean Laurent, que han dejado un importante legado del patrimonio artístico de España.
Cinco de marzo de 1916, 4.15 horas: tras un violento impacto, el 'Príncipe de Asturias', un imponente trasatlántico español de 140 metros de eslora, se hunde en poco más de cinco minutos frente a la isla de Ilhabela, en la costa de Brasil. Según fuentes oficiales, murieron 447 personas y sobrevivieron 147. Pero la cifra real de víctimas podría ascender a más de un millar: a bordo viajaban muchos polizones que huían de la primera guerra mundial. La magnitud de la catástrofe convertiría a este 'Titanic' español en uno de los mayores ataúdes náuticos de la historia de la humanidad. Españoles, argentinos e italianos, entre otros, lloraron a sus muertos. Cien años después, la tragedia del Príncipe de Asturias ha quedado sepultada en el olvido, pese a que quedan muchos interrogantes por resolver. ¿Por qué se acercó tanto y tan peligrosamente a la costa brasileña? ¿Qué pasó con el gran cargamento de oro que llevaba en las bodegas? ¿Su capitán se suicidó? ¿La brújula del barco sufrió una alteración a causa de los fuertes campos magnéticos de Ilhabela? ¿Acaso influyó la «maldición» de las estatuas de bronce que llevaba a bordo? El autor del libro, el periodista hispano-brasileño Pablo Villarrubia Mauso, ha realizado una expedición al lugar de la tragedia del 'Titanic español' en Brasil para desvelar éstos y otros misterios que rodean el naufragio.
A la altura de la primavera de 1917, la contienda europea, con la intervención de Estados Unidos alcanzaba dimensión mundial. En esos meses hubo motines militares en Francia, Italia y Rusia; actividad huelguística en Inglaterra; altercados en Alemania, y violentas manifestaciones en contra de la guerra en Italia La agitación huelguística brotó incluso en los países neutrales: en Suecia, Noruega o España. En España se dio el nombre de " crisis de 1917 " a los sucesos que tuvieron lugar en el verano de aquel año que hicieron peligrar el gobierno: Un movimiento militar (las Juntas de Defensa), un movimiento político, y un movimiento social (la huelga general).
La vida y la obra de Javier Aguirre Iturralde se sitúan en la denominada Edad de Plata de la cultura española, marcada por el naturalismo cultural propio del periodo histórico conocido como la Restauración Borbónica (1875-1931). Se le puede encuadrar, por su nacimiento en la segunda mitad del siglo xix, dentro de la Generación de 1900, uno de los periodos más brillantes de la arquitectura española, marcado por el eclecticismo finisecular, su canto de cisne en los modernismos y la lenta implantación de la corriente funcional y racionalista. El arquitecto donostiarra se caracterizó por sus novedosos diseños de plazas y paseos cubiertos de hierro y cristal, su sensibilidad social frente a equipamientos como hospitales, escuelas, casas baratas o presidios, y una pericia técnica en sus proyectos de infraestructuras públicas y planes de urbanización. Debido a todo ello, representó una figura capital durante dieciséis años en la modernización de la capital del Principado y de la la región asturiana al servicio de su Diputación Provincial y, durante cerca de cuarenta años, en la transformación de Vitoria a disposición del Consistorio. El Mercado del 19 de Octubre para el Fontán, la Cárcel Correccional del Naranco o la Casa Masaveu en Cimadevilla, todas estas obras en Oviedo, bastarían para encuadrarle entre los máximos representantes de la arquitectura española de entre siglos. Contribuyó a introducir la arquitectura de hierro en el norte peninsular y siempre se movió dentro de una línea racionalista, patente en las prolijas memorias acompañadas de sus minuciosos planos. La guerra y la piqueta destruyeron dos obras cumbres, como fueron el Hospital de Llamaquique (1882) o la plaza de Abastos de Vitoria (1887). Como fuentes para abordar su biografía y el desarrollo de su profesión, se pueden señalar las siguientes: las pormenorizadas memorias que acompañan a los expedientes de sus encargos, que reflejan la necesidad de su realización, además del enfoque ideológico y profesional con que se abordan; los planos de sus proyectos, que con el paso del tiempo ganan en calidad, extensión y riqueza de tintas, con sus soportes de papel vegetal o tela; las fotografías antiguas, las noticias de la prensa escrita o la correspondencia con compañías como Asturiana de Zinc.