Con motivo de la importante presencia historiográfica que se viene observando en los últimos años de la cultura política como perspectiva de análisis en el ámbito concreto de la evolución de la tardía Edad Media, el estudio de las prácticas comunicativas en el marco de la vida política ha pasado a constituir un campo de análisis relevante en este contexto de análisis. El problema de la comunicación como realidad histórica relevante en el análisis de los usos políticos y de las dinámicas conflictivas de los siglos finales del Medievo para el espacio peninsular recibe aquí un conjunto de aportaciones a lo viene siendo objeto de atención de un importante número de historiadores en los últimos años. Aunque se parte de la unidad de criterio de que las diferentes expresiones del hecho comunicativo constituyen el objetivo común de todos los trabajos aquí reunidos, tal como ha quedado plasmado en la propia organización de los contenidos, se puede distinguir entre tres perspectivas diferenciadas, lo que ha dado lugar que unos atiendan preferentemente al contexto en el que se desarrollan los hechos abordados, en otros esta atención gira hacia los instrumentos mismos de la comunicación, finalmente, no faltan aquellos en los que es el sujeto de la comunicación lo delimita el interés de los autores. Con ello, un tema de plena actualidad dentro de la investigación histórica adquiere un importante enriquecimiento en sus posibilidades de aproximación.
Batallador es una novela histórica escrita por los reconocidos novelistas José Luis Corral y Alejandro Corral, y publicada por la editorial Doce Robles. Padre e hijo unen sus palabras para contar la historia del rey Alfonso I el Batallador. Alfonso I (10
El siglo XII fue un tiempo de especial florecimiento de la teología mariana en Occidente. San Elredo de Rievaulx (1110-1167), monje y abad cisterciense inglés, teólogo y escritor, es uno de estos propagadores de la doctrina y de la piedad que miran a la Virgen María como insigne protectora del pueblo cristiano, y revestida de una gran virtualidad para conseguir una excelente vinculación de los fieles con Jesús el Salvador del género humano. A través de sus escritos y sermones podemos darnos cuenta de la importancia del abad de Rievaulx en la expansión de la devoción mariana en Gran Bretaña e incluso en otros países europeos en los que florecieron innumerables monasterios cistercienses. Se ha afirmado que Elredo es el primer escritor que emplea para la Virgen la denominación de «Nuestra Señora», aplicando a la devoción mariana los conceptos característicos de la sociedad feudal, aunque con los títulos de «Reina» y «Señora» ya se hacía referencia a María por lo menos desde el siglo V.
Esta obra nos obliga a retroceder en el tiempo nueve siglos y a colocarnos ante situaciones totalmente extraordinarias, pero con repercusiones que nos resultan mucho más próximas de lo que podíamos imaginarnos en principio. Ofrece un relato vital que trasciende las circunstancias personales de la reina Urraca I (León, 1081- Saldaña, 1126) para analizar la fijación y definición de conceptos relevantes, en torno a los cuales todavía se desarrollan debates importantes para la cultura occidental. Su biografía resulta extraordinaria sobre todo desde el momento en que heredó el trono tras el fallecimiento de su padre, Alfonso VI, el año 1109; era una mujer joven, pero viuda (aunque casada posteriormente con Alfonso I el Batallador, el enlace fue anulado por los prelados reunidos en el Concilio de Palencia del año 1114) y con un hijo. Que una mujer heredara un reino resultaba una circunstancia excepcional para esa época. Pero este libro no sólo contiene un relato vital muy interesante por la cantidad y variedad de los actores, apasionante también por los intereses que se dilucidaban; por debajo de todos esos acontecimientos, se puede advertir el desarrollo de estructuras de gran calado y duración tanto de tipo civil como eclesiástico. Fue con habilidad diplomática, sentido de la estrategia y con una inteligencia que parece superior a la de alguno de los poderosos líderes coetáneos con lo que Urraca logró algo que debió sorprender a muchos de sus contemporáneos: consolidarse en el trono, mantener la auctoritas que tantos querían negarle y transmitir el trono a su hijo Alfonso VII, después de numerosos conflictos y avatares, con el Imperium que había heredado de su padre. Al análisis de la consolidación de este concepto, una tarea fundamental en el reinado de Urraca I, dedican los autores una parte fundamental de su esfuerzo.
Alfonso I el Batallador (1073-1134) es uno de los monarcas de mayor personalidad de toda la Edad Media peninsular. Dotado de un gran carisma, sus éxitos militares le llevaron a duplicar la extensión de su reino en pocos años, con la gesta de la conquista
Dentro de las obras que Chrétien de Troyes dedicó a la " materia de Bretaña " , relacionada con el universo del rey Arturo y sus caballeros, " Erec y Enide " es la primera y una de las mejores de su autor. Figura ideal del caballero, erec queda encargado de la reina Ginebra cuando toda la corte sale a la caza del Ciervo Blanco, pero esto solo será el comienzo de una aventura en el curso de la cual conocerá a la graciosa y tierna Enide, a la que desposará. Modelo de mujer y esposa según la concepción cortesano-caballeresca, en adelante ésta lo acompañará en el resto de sus aventuras y peripecias hasta su coronación final como rey de manos del propio Arturo.
Esta selección recoge los textos más representativos de la extensa obra de Lope García de Salazar, desde los tiempos «míticos» y la Edad Antigua hasta la época misma del cronista. Su temática abarca, entre otros asuntos, la particion de todas las tierras hecha por Noé, las hazañas de Alejandro Magno, el Imperio Romano, las guerras en Tierra Santa, la fundación de España por Hércules, la Reconquista, las batallas de Roncesvalles, Alarcos y las Navas de Tolosa, los reinos de Asturias, León, Castilla, Navarra, Aragón y Portugal, con la sucesión dinástica de sus monarcas, los señores de Vizcaya, los principales linajes de la costa cantábrica y las luchas de bandos. Se trata de un variado conjunto de historias y leyendas medievales, de aventuras, intrigas y luchas protagonizadas por las Amazonas, Carlomagno, el rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda, la condesa traidora, el rey don Rodrigo, las Cien Doncellas, el Cid, la judía de Toledo, Almanzor, Juana de Arco? Entre estas figuras, históricas, legendarias y míticas, destaca el propio García de Salazar, primer cronista vizcaíno. Pariente mayor del bando oñacino, su gran poder político económico y territorial le procuró la malquerencia de sus enemigos. Murió en cautiverio, envenenado por sus hijos, con yerbas que le administraron en la comida, en su casa torre de Muñatones (Vizcaya), en 1476.
Sancho IV de Castilla (Sevilla, 1258-Toledo, 1295), hijo de Alfonso X el Sabio, le sucedió en el trono en 1284. Antes se enfrentaría a su padre en una guerra civil de dos años motivada por la reivindicación de sus derechos sucesorios frente a los de su sobrino Alfonso de la Cerda, hijo de su hermano mayor, Fernando, muerto en la frontera en 1275. Se iniciaría así un reinado en el que abundarían las tensiones políticas que llevarían a ocasionales enfrentamientos entre el rey y destacados miembros de la nobleza, alguno de los cuales moriría a manos del propio monarca, lo que le granjearía el título de el Bravo. Muy activo en la lucha en la frontera granadina, emprendería distintas campañas, con participación de la flota castellana, siendo su resultado más señero la conquista de Tarifa, de cuya defensa sería acontecimiento destacado el protagonizado por Guzmán el Bueno. Mientras tanto, mantendría una activa política de pactos y negociaciones con otros monarcas peninsulares y europeos. Aunque, a veces, se ha tendido a establecer un contraste entre la riqueza cultural de la corte alfonsina y el decaimiento en esta materia de la corte de Sancho IV, los estudiosos vienen poniendo de relieve lo injusto de tal visión, constatándose una actividad artística y literaria relevante promovida por este monarca. Bien al contrario, se viene comprobando cómo fue en la corte de Sancho IV donde se completaron iniciativas culturales comenzadas en el reinado anterior y que en modo alguno se vieron interrumpidas. Casado, aunque sin contar para ello con la necesaria dispensa papal, con su tía María de Molina (h. 1264-1321), esta ostentará influencia política significativa durante el reinado, convirtiéndose en un personaje histórico de gran talla tras la prematura muerte de su marido en 1295, e influyendo decisivamente en la evolución castellana durante las casi tres décadas siguientes.
Con independencia de su valor como documento ilustrativo de la Italia de la época y como manifestación del amanecer del Renacimiento, EL DECAMERÓN es, antes que nada, una pieza maestra de la narrativa y uno de los grandes monumentos de la literatura universal. Dividida en dos tomos a causa de su extensión, esta versión castellana reproduce el texto íntegro de esta obra clásica, según la edición italiana fijada por Vittore Branca. La traducción de Esther Benítez está orientada por el deseo de ajustarla a la sensibilidad de nuestro tiempo y por el criterio de reflejar el mundo del siglo xiv con los mismos ojos con que lo vio GIOVANNI BOCCACCIO: «... el variado fresco de la vida medieval, cuyo trasfondo son la Peste Negra, el Cisma de Occidente, las rivalidades entre señores feudales, las Cruzadas, la naciente burguesía urbana: todo un exuberante tapiz donde se entretejen sermones moralistas y costumbres desenfadadas, los ecos del amor cortés y el nuevo estilo de poetizar, el apólogo oriental sabiamente trasplantado a Occidente, la alegre sátira de costumbres y un hondo anticlericalismo». También en esta colección: «Divina Comedia» (L 5569), de Dante Alighieri, y «Cancionero» (LB 1765), de Francesco Petrarca.
Con independencia de su valor como documento ilustrativo de la Italia de la época y como manifestación del amanecer del Renacimiento, EL DECAMERÓN es, antes que nada, una pieza maestra de la narrativa y uno de los grandes monumentos de la literatura universal. Dividida en dos tomos a causa de su extensión, esta versión castellana reproduce el texto íntegro de esta obra clásica, según la edición italiana fijada por Vittore Branca. La traducción de Esther Benítez está orientada por el deseo de ajustarla a la sensibilidad de nuestro tiempo y por el criterio de reflejar el mundo del siglo xiv con los mismos ojos con que lo vio GIOVANNI BOCCACCIO: «... el variado fresco de la vida medieval, cuyo trasfondo son la Peste Negra, el Cisma de Occidente, las rivalidades entre señores feudales, las Cruzadas, la naciente burguesía urbana: todo un exuberante tapiz donde se entretejen sermones moralistas y costumbres desenfadadas, los ecos del amor cortés y el nuevo estilo de poetizar, el apólogo oriental sabiamente trasplantado a Occidente, la alegre sátira de costumbres y un hondo anticlericalismo». También en esta colección: «Divina Comedia» (L 5569), de Dante Alighieri, y «Cancionero» (LB 1765), de Francesco Petrarca.
Paradigma de la historia de una pasión amorosa enfrentada a un destino trágico, Tristán e Iseo gozó desde sus primeras versiones medievales de una gran celebridad. A partir del siglo xii fueron numerosas las variantes de esta leyenda, vinculada más tarde a las hazañas de los caballeros de la corte artúrica y cuyos ecos llegaron hasta el siglo xix, sirviendo de motivo inspirador de la poesía de Arnold y Tennyson y de una ópera de Wagner. Para la presente edición, Alicia Yllera ha reconstruido el texto a partir de los fragmentos conservados de los poemas franceses del siglo xii de Thomas y Béroul, apoyándose en las versiones de Eilhart y de Gottfried y en las adaptaciones al francés moderno elaboradas por A. Mary y J. Bédier.
Pocas o ninguna de las figuras que intervinieron en la conquista material y espiritual del Nuevo Mundo, en su civilización y cristianización, han sido más discutidas y diversamente interpretadas como la de Bartolomé de las Casas. Muchos le han honrado de mil maneras, a la vez que muchos otros se han complacido en verter sobre su nombre multitud de improperios. Nunca hubo unanimidad en el juicio acerca del obispo de Chiapas. No obstante, el interés por Las Casas creció de nuevo a lo largo del siglo XX, y continúa hoy día con la aparición de nuevos estudios en los albores del XXI. Es urgente y muy necesario aún buscar un mayor equilibrio en la presentación del obispo de Chiapas reconociendo a la vez sus cualidades y la aportación de su teología, así como sus defectos y sus límites.
Este libro ofrece una visión global sobre los vínculos entre espiritualidad y poder durante la Plena y Baja Edad Media. Su marco de análisis prioritario es el reino de Castilla, pero también abre su mirada a las otras dos formaciones políticas más importantes en la península ibérica: la Corona de Aragón y Portugal. Conjuga las aportaciones de los historiadores con las de otros medievalistas dedicados al estudio del arte y la literatura. Recoge una variada gama de estudios que aborda el papel de los clérigos áulicos en la configuración de la monarquía del siglo xii, las devociones de la realeza, las conexiones establecidas entre las familias regias, la nobleza y las órdenes mendicantes, la buena fama y el sentimiento de la muerte del episcopado, la religiosidad de los grupos urbanos, los vínculos de los exiliados portugueses en torno a centros monásticos, y las nuevas tendencias de la piedad bajomedieval.