Bosnia y Herzegovina, un pequeño país balcánico, multicultural y con una trágica historia reciente, es un país hermoso. Incluso podría afirmarse que amable y hospitalario. Su naturaleza es espectacular, con paisajes montañosos de enorme belleza, cañones fluviales muy aptos para el deporte, y llanuras colmadas de viñedos. Además de sus bellezas naturales y artísticas, pueden encontrarse curiosidades como un muy visitado centro mariano, famoso por las apariciones de la Virgen (Medjugorje), unas extrañísimas pirámides en Visoko (una de ellas más alta que la de Keops), e incluso la posible ubicación de la Troya homérica (en Gabele). Pasen, pasen, lean y viajen, Bosnia les sorprenderá.
Faruk Sehic ha ido escribiendo estos relatos durante anos para ponerse a salvo de la guerra y de la vida. «¿Por que alguien inventaria historias de terror cuando las vivio durante los anos de la guerra? escribe el autor ¿De que fantasia hablamos cuando todo lo que vivimos fue fantastico? En nuestro pais, la literatura es a menudo mas que la vida misma, porque es una combinacion de maquinacion y hechos irrefutables». De este libro dice Miguel Rodriguez Andreu, traductor de su obra: «La supervivencia emocional oscila entre el encuentro con la belleza y la tragedia, y cada uno de estos cuentos es una apasionante reivindicacion de la vida, incluso cuando se sabe que el unico desenlace posible es la muerte». Cronista de los suenos y de lo real, Sehic nos vuelve a abofetear con su escritura empapada de dolor.