Dolcino da Novara y Margherita Boninsegna Margherita da Trento son hoy dos figuras míticas que, a pesar de su enfrentamiento con el poder más duradero de la historia, la Iglesia católica que los condenó y martirizó hasta la muerte, han pervivido en la
En Florencia, en el verano del año 1501, un hombre llamado Antonio Rinaldeschi fue arrestado bajo la acusación de haber arrojado estiércol de caballo contra una imagen de la Madonna que se encontraba expuesta en una hornacina en la parte externa de una iglesia. Enjuiciado sumariamente en pocas horas, fue condenado a morir ahorcado. La pena fue extremadamente severa: ninguno de los crímenes por los cuales fue acusado -sacrilegio, blasfemia e intento de suicidio- se solían castigar con la pena de muerte. "Sacrilegio y redención en la Florencia del Renacimiento" presenta una serie de nuevos descubrimientos con relación a los eventos que rodearon el caso Rinaldeschi. La detallada investigación que han llevado a cabo los autores nos permite observar y reconocer hasta qué punto el contexto político y religioso de la Florencia renacentista tuvo una influencia decisiva tanto en la condena a muerte de Rinaldeschi, como también en la creación por parte de los partidarios de Savonarola de un nuevo culto en el corazón de la ciudad de Florencia que sirviera para perpetuar la memoria de lo sucedido.
La palabra «herejía» tiene muchos significados: no es simplemente la negación de una verdad de fe, sino que puede significar diversidad de opiniones y, en este sentido, san Pablo la considera positiva. Pero puede aludir también a un desenfoque inconsciente en la comprensión de una verdad de fe que, a la larga, acabaría desfigurándola. Es en este sentido de herejía «latente» como es usada en este libro: porque esos desenfoques inconscientes pueden crecer con el paso del tiempo y la acumulación del polvo de la historia, llegando a desfigurar el cristianismo. Esta obra analiza diez de esos virus ocultos (en la concepción de la encarnación y la explicación de la cruz, en el sentido de la eucaristía, en el tema de los pobres y de los ricos, la papolatría o el olvido del Espíritu Santo ). No se trata de denuncias ni de acusaciones sino de mostrar comprensivamente cómo, en el devenir de los años y a lo largo de la historia, esos temas han sufrido erosiones y desvíos de comprensión que pueden acabar convirtiéndolos en auténticas deformaciones de la fe cristiana. Se intenta así un pequeño tratado sobre la identidad cristiana, en negativo, que el autor quisiera reformular más adelante en positivo, elaborando con los elementos aquí recuperados un breve comentario a la «profesión de fe» o Credo católico.
Un Dios Padre senil y cansado, aturdido por las voces aduladoras de los ángeles; un Jesús indolente, derrotado y en decadencia; y una María obsesionada por el sexo y cansada de ser virgen, decidirán pedir los servicios del Diablo para desatar una plaga que castigue a los hombres por sus excesos. Escrita por Oscar Panizza en 1894 y ambientada en la corte papal de los Borgia, esta obra en la que en su día un tribunal encontró noventa y tres blasfemias manifiestas está marcada por una poesía desbordante, negra y despiadada gracias a la cual el Diablo, creador por encargo del Sumo Hacedor de la sífilis, se convierte en el más grande exponente de la dignidad humana. La presente edición, traducida del alemán por Luis Andrés Bredlow, lleva un prólogo de André Breton y un epílogo de Julio Monteverde en el que se hace un recorrido por la asombrosa persecución que desde su primera edición hasta nuestros días ha sufrido este texto.