Alfonso XIII en trece estudios. Algunos de los mejores especialistas en la España del primer tercio del siglo XX analizan en este libro a una de las figuras políticas más relevantes y discutidas de nuestra historia contemporánea y responden a preguntas como éstas: ¿de dónde proceden los tópicos sobre el rey que todo el mundo repite?, ¿cómo cambió su imagen pública?,¿desempeñó correctamente sus funciones constitucionales?, ¿cuáles fueron sus relaciones con los partidos y sus jefes?, ¿qué papel político representó la corte?, ¿por qué apoyó al ejército?, ¿se extralimitó al dirigir la política exterior de España?. ¿se convirtió al nacional-catolicismo?, ¿qué idea tenían de su régimen los intelectuales?, ¿perdió poder al respaldar a una dictadura militar?, ¿por qué se quedó solo y tuvo que marcharse del país?, ¿qué hizo en el exilio? Con rigor y amenidad, estos trece ensayos, acompañados de abundantes ilustraciones inéditas, formulan tesis muy alejadas de los mitos sobre Alfonso XIII que han esparcido hagiógrafos y libelistas. Cuando se cumplen ciento un años de su mayoría de edad, los debates entre historiadores no han hecho más que comenzar.
Reyes sodomitas no es una mera sucesión de biografías de reyes. Miguel Cabañas Agrela, con este libro, trata de reflejar las vidas y las experiencias vitales de unos seres humanos que, desde lo más alto de la jerarquía social que les tocó vivir por nacimiento, se atrevieron a ser diferentes, optando por seguir la naturaleza de sus preferencias sexuales, por encima de las fuertes prohibiciones que imperaban. Más fuerte que su poder como reyes absolutos, pero menos que su necesidad de amar y ser amados por las personas que ellos deseaban. ¿Qué sucedía entonces, cuando algunos de esos miembros en la cúspide de la jerarquía del poder, como eran los monarcas absolutos del Renacimiento y Barroco, decidían vivir su homosexualidad sin tapujos? ¿Cómo podían compaginar su doble vida con el más alto reflejo de la virtud que ellos debían transmitir al resto de la sociedad? Este libro es un extraordinario retrato de unos monarcas diferentes. Una amena lectura que nos adentra en los aspectos más ignorados y ocultos de la historia.
Su vida en el seno del estamento eclesiástico; su peculiar forma de acceder al reinado cuando su predecesor lo había desautorizado previamente; la anómala solución dada a la crisis dinástica que se había producido en 1134; las circunstancias de su enlace matrimonial ante la necesidad imperante de buscar sucesión y dar continuidad al linaje, misión que solucionó a pesar del grave condicionante por su pertenencia al clero Tal y como escribió el padre José Moret, los enormes vaivenes biográficos de Ramiro II le alejan de la vida habitual de cualquier monarca medieval, «dejando admirado al mundo de haberle visto en el breve intervalo de tres años, apenas cumplidos, monje, sacerdote, rey electo, casado, serlo con hija desposada y otra vez monje, como si fuera acto representado en teatro». Sin embargo, para el entonces reino de Aragón el balance de su reinado es absolutamente positivo. Con él el reino pudo superar la crisis más importante que había tenido hasta entonces en sus poco más de cien años de historia. Aragón podía haber desaparecido en aquel trance. Y no solo eso, sino que además consiguió reorientar el territorio hacia unas perspectivas mediterráneas de enorme trascendencia. Esta obra viene a cubrir la laguna que sobre la figura y el reinado de Ramiro II ha ido dejando la historiografía, para dar a conocer en profundidad no solo los años en que gobernó, sino también el periodo en que se desarrolló su vida, porque, como caso excepcional, aunque su reinado fue corto (1134-1137), sobrevivió dos décadas más, hecho que le permitió contemplar las importantísimas consecuencias de la política que había trazado y con ello la unión dinástica de Aragón y Cataluña, o, lo que es lo mismo, la génesis de la Corona de Aragón. Ningún monarca español, salvo en este caso, pudo contemplar directamente los efectos que su gobierno tuvo en el desarrollo posterior de los acontecimientos. Igualmente, nunca un eclesiástico llegó a ocupar el trono de uno de los reinos medievales españoles. Estos elementos, entre otros, confieren a esta personalidad una importancia singular, analizada pormenorizadamente en una monografía que realiza, además, un esclarecedor seguimiento de las reinterpretaciones que de su figura han hecho la literatura y la pintura españolas en los siglos posteriores.
La opinión de Benedetto Croce de que toda historia es historia contemporánea se presta a artificiosidades frívolas, pero tomada en serio resulta enriquecedora. La exaltación de la figura del Cid, más literaria que historiográfica, aunque en una buena parte obra de historiadores, desplazó hacia aquel el interés que debía suscitar Alfonso VI. Este monarca, al incorporar Toledo a la España cristiana, dio un paso decisivo en el acuñarse del país. Si no se puede hablar de una alianza de civilizaciones bajo su cetro, en su reino tuvieron cabida las culturas judía e islámica, a la vez que la encarnación de su europeísmo en el benedictinismo de Cluny resultaba esplendente. Para los españoles de esta hora es conveniente mirar a él y no para otro lado. Este libro desvela sus múltiples facetas a la luz rigurosa de las fuentes.
El que no exista ninguna prueba convincente de que el todopoderoso Manuel Godoy fuese el amante de la reina María Luisa de Borbón-Parma, -madre del futuro Fernando VII-, indica la persistente tergiversación que se ha hecho de este personaje, crucial para el entendimiento de la historia contemporánea española. Los rumores sobre aquellos supuestos amores, en buena parte difundidos por el propio Príncipe de Asturias, y que fueron tomados como ciertos por la historiografía del siglo XIX, respondieron a una campaña orquestada por altos estamentos de la nobleza. Una campaña un tanto chusca que encubrió el verdadero sentido del Motín de Aranjuez, concebido como un golpe de estado que logró la caída -y casi la muerte de Godoy-, y que Carlos IV abdicase de sus derechos en su heredero, en un momento en que las tropas napoleónicas atravesaban España. Lo cierto es que el joven príncipe Fernando odió a Godoy, que conspiró contra su padre, que solicitó el apoyo de Napoleón y que, para que este le reconociera como rey, fue a " recibirlo " a... Bayona. Allí, debió devolver la Corona de España a su padre, quien a su vez la entregó a la familia Bonaparte. Mientras los españoles luchaban fieramente contra los experimentados ejércitos imperiales en nombre del " deseado " rey Fernando, este felicitaba a José Bonaparte, y pedía a Napoleón que lo tomase por hijo adoptivo. Su larga ausencia valió para que las Cortes de Cádiz aprobasen la Constitución de 1812, que él abolió de inmediato a su vuelta a España, restableciendo la Inquisición, persiguiendo a los liberales y exiliando a los " afrancesados " . En 1820 hubo de seguir la " senda constitucional " , hasta que tres años después consiguió que los cien mil hijos de San Luis lo repusiesen en todos sus poderes. Luego vino la llamada década ominosa en la que, pese al oscurantismo que impuso, se le sublevaron los " apostólicos " . Por si fuera poco, hubo un pleito dinástico, y un día después de su muerte comenzó la primera -y feroz- guerra carlista.
¿Otro libro más sobre Isabel la Católica? Este que tiene el lector entre sus manos nos brinda una mirada que no renuncia al personaje, pero tampoco a la persona. Reina, y mujer, su biografía estuvo marcada por las complejas relaciones entre el poder, la fama y la propia vida. Desde su discutida legitimidad como soberana hasta la enfermedad y muerte de sus hijos, John Edwuards traza un cuadro donde hay lugar para la Inquisición, el Imperio, la corte y la familia. Prueba de esta mirada plural son sus dos últimos capítulos. Mientras que en uno desciende hasta la sexualidad y la concesión de licencias de mancebías y burdeles, en el otro recoge los intentos, aún vigentes, de ascenderla a los altares.
Del rey Jaime I se puede hablar como el soberano que dio un gran impulso a la Corona de Aragón. Antes había solamente una unión dinástica del reino de Aragón con los contados catalanes, el de Barcelona sobre todo. Más tarde, las conquistas de las islas especialmente Mallorca y de Valencia, transformada en un reino propio, facilitaron la creación de aquella corona tan compleja. En 2008 celebramos el octavo centenario del nacimiento, en 1208, del Rey Conquistador en Montpellier. Este libro, de un historiador que ya trabaja sobre Jaime I desde 1984, no se puede considerar cualquier biografía o unos simples comentarios de la crónica del rei, es decir, del Llibre des feits. Con una síntesis de ágil prosa, Ernest Belenguer presenta la historia del rey y de su reinado en todas sus vertientes, con un libro que no cansa al lector, un libro riguroso, completo y gratificante en su lectura. Jaime I y su reinado no es una novela del pasado, afortunadamente es un libro de historia, en el cual el autor ha conseguido una narración tan estimulante como verdadera, sin traicionar, inventar o manipular los hechos. El texto se acompaña de cinco planos y treinta y cuatro imágenes en color sobre la vida de Jaime I.
Alfonso VIII, nacido en 1155 y muerto en 1214, reinó en Castilla durante cincuenta y nueve años, en aquella España medieval de los cinco reinos (Portugal, Castilla, León, Navarra y Aragón) que luchaban por consolidar sus fronteras y ampliar sus territorios en pugna con el islam. En este hostil ambiente, que marca todo su reinado, dividido entre cuatro periodos de lucha y otros cuatro de treguas con el imperio almohade, conoció la dura derrota en Alarcos (1195) y la victoria en las Navas de Tolosa (1212), victoria que abrió a Castilla las puertas de Andalucía, que su nieto Fernando III convertiría en Castilla la Novísima. Casado con doña Leonor de Inglaterra, proyectó la actividad comercial exterior de Castilla por los puertos cantábricos, creando las bases portuarias y la gran marina de Castilla, que durante tres siglos ejercería su hegemonía comercial y militar en el mar Cantábrico y en el canal de La Mancha hasta los días de la Armada Invencible. En política interior hizo brillar la paz, la justicia y el respeto a la autoridad del monarca, sin que las crónicas y la documentación nos registren un acto despótico, cruel o arbitrario.
Las consecuencias de un matrimonio de estado contraído siempre por obligación y nunca por amor, afectaban por igual a reyes que a reinas. Si el monarca buscaba la pasión en alcobas ajenas, es perfectamente lógico que la soberana hiciera otro tanto si bien, salvo excepciones, sus aventuras amorosas han pasado más desapercibidas. El lugar secundario que la gran Historia ha otorgado a las reinas consortes ha hecho las veces de oportuna pantalla tras la que vivir tan inoportunos romances. Pero, aún en penumbra, se conocen una serie de «amistades peligrosas» que muchas veces no pasaron del simple bulo propio del juego sucio político pero que, en otras, se trataron con discreción a causa del interés del monarca por mantener su prestigio varonil y ocultar su incómoda cor namenta bajo la corona. Pese a todo, amantes apasionados, chevaliers servants o enamorados del poder como Beltrán de la Cueva, Godoy, el cardenal Mazarino, Rasputín y tantos otros unen sus nombres a los de soberanas tan emblemáticas como Cleopatra, María Antonieta, Catalina la Grande, e incluso la mítica Sissi.
Único entre los reyes de Inglaterra, Ricardo Corazón de León jugó un papel decisivo en los grandes acontecimientos de la historia mundial. Ningún otro monarca se enfrentó a un desafío remotamente comparable al de la Tercera Cruzada, y durante siglos se le
Una rigurosa y apasionante biografía de Eulalia de Borbón, mujer valiente, culta y rebelde -nieta, hija, hermana y tía de reyes- que no nació para ser infanta de España. Su figura excepcional, abanderada del feminismo de su tiempo, emerge en estas páginas con todo su esplendor en el 50 aniversario de su muerte. Hija de Isabel II y tía bisabuela de Juan Carlos I, Eulalia de Borbón nació en 1864, pero por su forma de afrontar la vida bien pudiera haberlo hecho en pleno siglo XX. Conocida como la «infanta republicana», intentó desde su juventud escapar del rígido protocolo de la corte española. Pasó parte desu vida en París, debido a los constantes exilios que sufrió, uno de ellos impuesto por su propio sobrino, el rey Alfonso XIII, quien la expulsó de España. A la edad de veintidós años la obligaron a casarse con su primo hermano, el infante Antonio de Orleáns, enlace que sólo duró cuatro años y que culminó con una sonora separación oficial que la convirtió en la primera Borbón «divorciada». De esta unión nacieron dos niños, dos caras de una misma moneda: Alfonso, aviador valeroso y disciplinado, y Luis Fernando, vicioso y débil de carácter a quien apodaban, con su beneplácito, «el rey de los maricas». Sus constantes viajes y su temperamentocosmopolita le permitieron entablar relación con los principales intelectuales les de la época, desde D'Annunzio hasta Anatole France, y conocer a grandes dirigentes como el zar de Rusia, Napoleón III o Eugenia de Montijo. También fue protagonista de numerosos escarceos sentimentales, uno de ellos oculto durante más de un siglo por razones de peso y que en este libro ve la luz por primera vez a través de reveladoras cartas inéditas.
Este trozo preciosísimo de la literatura española no es sólo un modelo acabado de gusto y bien decir, sino además un fragmento de historia de primer orden y singularmente de la vida religiosa y edificantísima muerte de aquel gran monarca, el rey Felipe II, tan calumniado y mal comprendido. Es un verdadero diario de su vida, desde que comenzó a reinar en 1556 hasta que expiró en 1598.
Fernando II de Aragón y V de Castilla, conocido también como Fernando el Católico, fue el primer monarca que usó el título de Rey de España y el primero que firmó Yo el Rey. Nació en un palacio y murió en una rústica casa de Madrigalejo, Cáceres, sin dinero suficiente para pagar el entierro. Fernando el Católico era ampliamente conocido en toda Europa al morir, y en sus últimos tuvo conciencia del papel fundamental que le había tocado desempeñar en los negocios del mundo. A las cosas que los malos dicen al emperador contra mí escribe en enero de 1514 en carta a su embajador Pedro de Quintana en la corte austriaca, ante las preguntas del emperador Maximiliano una sola cosa habéis de responder, que ha más de setecientos años que nunca la corona de España estuvo tan acrecentada ni tan grande como ahora, así en poniente como en levante, y todo después de Dios por mi obra y trabajo. La figura histórica de Fernando el Católico, rey de Aragón, Castilla y las Dos Sicilias, marca una serie de acontecimientos decisivos, como la unión de reinos peninsulares, la Guerra de Granada, la expulsión de los judíos, el descubrimiento del Nuevo Mundo y la conquista de Nápoles. Se trata de un momento definitorio de la Historia de España que señala el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna y tuvo en el monarca aragonés a su principal protagonista. Con razón pudo decir Felipe II: A este lo debemos todo.
Todas las dinastías esconden oscuros secretos: deslealtades, infidelidades, bastardías, asesinatos, confabulaciones palaciegas... Pasiones regias. De los Saboya a los Borbones, las intrigas más desconocidas y escandalosas de la Historia es un fascinante recorrido por ese desconocido pasado de las familias reales que han marcado la historia de Europa. ¿Por qué se considera a Juan Carlos I el «rey del lujo»? ¿Por qué Cristina de Suecia era tan caprichosa y extravagante? ¿Intentó Catalina de Médici asesinar por celos a Diana de Poitiers, amante de su esposo Enrique II de Francia? ¿Cómo murió en realidad la princesa italiana Mafalda de Saboya, prisionera de la Gestapo? ¿Qué era lo que más aborrecía la reina francesa Isabel de Baviera? ¿Era Luis Felipe de Orleáns hijo de un carcelero? ¿Murió envenenada la emperatriz María Luisa de Austria? ¿Dónde está enterrado el rey Luis XI de Francia? Tras el gran éxito de La maldición de los Borbones y Bastardos y Borbones, José María Zavala vuelve a encajar con amenidad y rigor las piezas más dispersas y desconocidas del puzle dinástico. La crítica ha dicho...«Zavala ocupa hoy el trono de los saberes regios.»Amadeu Fabregat «Zavala nos da un inolvidable paseo de la mano por la Historia.»Julia Navarro
Una biografía de Alfonso XIII resulta imprescindible porque es uno de los protagonistas fundamentales de la historia española del siglo XX. Aunque Alfonso XIII es uno de los protagonistas fundamentales de la historia española edl siglo XX, a menudo no se ha profundizado suficientemente en la figura de este monarca. Poco controvertido en la mayor parte de su reinado pero blanco de todas las críticas en la fase final, Alfonso XIII sigue siendo hoy un rey polémico, incluso con mala fama en la memoria colectiva. Mientras que la derecha le ha acusado de falta de reacción frente a un parlamentarismo inestable y estéril, la izquierda le recuerda como un monarca autoritario y clerical, responsable del desastre de Annual y del golpe de Estado de 1923. Pero ¿cómo era verdaderamente el rey y qué papel desempeñó en la política del país? ¿Cómo funcionó el sistema de la Restauración y cuáles fueron sus posibilidades de evolución? ¿En qué consistió el difícil tránsito del liberalismo a la democracia y por qué no fue viable bajo el régimen monárquico? Este libro es fruto de toda una vida de dedicación por parte de los autores a este periodo cronológico pero también de la utilización de importantes fuentes rigurosamente inéditas. A partir de éstas se ha reconstruido de forma novedosa la trayectoria personal y política de Alfonso XIII, procurando hacerlo con imparcialidad, comparando su actuación con las de los otros reyes de la época y evitando anacronismos. Se ha tratado de comprender la personalidad - tanto en su faceta humana como política - de este monarca que accedió al trono en 1902, con dieciséis años de edad, y que abandonó España en 1931, haciendo un balance de sus rasgos positivos y negativos.