La periodista Thaïs Gutiérrez ens planteja un llibre basat en una sèrie de diàlegs que comparteixen Pilarín Bayés, il·lustradora, i el seu germà Antoni Bayés de Luna, cardiòleg. Infància, educació, professió, política són alguns dels temes tractats per dos germans amb carreres molt diferents però marcades per l?èxit. Tots dos ciutadans compromesos amb Catalunya, dialoguen sobre el passat i el futur amb visions molt personals. Aquest llibre neix de les ganes d?escoltar i plasmar per escrit l?experiència de dues persones, de dues veus privilegiades, que han viscut amb plenitud el segle XX i els inicis del XXI.
J. D. Salinger es una de las fi guras más emblemáticas del siglo XX. Autor de El guardián entre el centeno, cuyo poder ha ejercido un influjo único generación tras generación, se convirtió en un mito cuando, abrumado por la fama, decidió dejar de publicar y desapareció. Y aunque él y su obra han sido objeto de un sinfín de libros y artículos, el hombre detrás del escritor sigue siendo un misterio. Hasta ahora. Estas páginas de lectura apasionante recopilan material totalmente inédito hasta el momento: más de ciento cincuenta fotos nunca antes publicadas, cartas, fragmentos de diarios y el testimonio de más de doscientas personas, muchas de las cuales se habían negado antes a contar su relación con Salinger. David Shields y Shane Salerno reúnen las piezas de un puzle revelador que da respuesta, por fin, a las más importantes incógnitas:¿POR QUÉ DESAPARECIÓ J. D. SALINGER?¿CÓMO CAMBIÓ SU VIDA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL?¿SIGUIÓ ESCRIBIENDO?
Si un individuo pasea por los bosques por amor a ellos la mitad de cada día, corre el riesgo de que le consideren un holgazán; pero si se pasa todo el día especulando, cortando esos bosques y dejando la tierra desnuda antes de tiempo, se le aprecia como ciudadano laborioso y emprendedor, como si el único interés de una ciudad por sus bosques estuviera en talarlos. Eso decía con conocimiento de causa Henry David Thoreau (1817-1862), que condenaba la maldita obsesión que ha convertido al mundo en un taller y en una lotería y afirmaba, dando ejemplo con su vida, que todas las cosas buenas son libres y salvajes. Thoreau fue agrimensor, naturalista, conferenciante y fabricante de lápices, y hoy se le considera uno de los padres fundadores de la literatura norteamericana, profeta de la ecología y la ética ambiental, inventor de la desobediencia civil. La villa de Concord, el lugar donde nació en 1817, ha quedado inmortalizada en clásicos como Walden y en otros libros de Thoreau menos conocidos a este lado del Atlántico, pero que han viajado por el mundo bastante más que su autor. Él se conformaba con haber viajado mucho por los ríos y campos de Concord. Amén de resistirse por activa y pasiva a cualquier tipo de esclavitud o domesticación, Thoreau continúa exasperando a las personas serias. Para no malinterpretar ese legado de protesta creativa (así lo describió Martin Luther King), habría que entenderlo en sus propios términos, dentro del contexto formado por las cosas y las personas que le importaban. Esa es la idea que animó a Antonio Casado da Rocha a escribir este primer ensayo en castellano sobre la obra de Thoreau, aumentado y corregido para esta nueva edición, que sigue a rajatabla el consejo de Mark Twain: si una biografía prescinde de las pequeñas cosas y solo menciona las grandes no traza en absoluto un retrato apropiado de la vida de un hombre.
Félix Romeo creía en la amistad como otros creen en la vida eterna. Creía que unas bragas son lo más diferente a la muerte que existe. Creía que todo el mundo tiene un don. Creía que todo el mundo debería vivir enamorado. Creía que hay buenos y malos. Creía que cuando uno se muere su yo se disuelve y ya está. Aunque en este último punto estaba equivocado: este libro es la prueba.
El 10 de junio de 1942 empezó un enigma que planearía sobre el Madrid literario de la posguerra hasta nuestros días: esa tarde, en el París ocupado, la Gestapo detuvo a César González-Ruano (1903-1965), periodista español y aspirante a marqués. ¿Por qué lo encerró en la cárcel militar de Cherche-Midi durante setenta y dos días? ¿Por qué interrogó, con simulación de fusilamiento, a un hombre que desde 1933 había cantado las excelencias de la esvástica? «No fue por robar relojes, claro está», escribió Ruano en sus memorias, donde merodea como un zorro por la verdad sin hincarle nunca el diente. «La verdad, la verdad pura, apenas sirve para nada», anotaría en su diario íntimo. ¿De qué lo acusaron los nazis? ¿Por qué nunca lo confesó? ¿Tal vez porque la verdad «apenas sirve para nada»? Ruano había llegado a París dos años antes, alcoholizado, y por primera vez en su vida dejó de escribir y trabajar. ¿De dónde sacaba el dinero para tanto viaje y tanto champán? Cruzó como un pícaro del Siglo de Oro la Europa más oscura del siglo XX, y lo más inquietante no es lo que hizo, sino la cantidad de gente que hizo lo mismo que él. Españoles turbios en el París ocupado, de derechas e izquierdas, ciudadanos de un régimen amigo de Berlín en la antesala de Auschwitz. Son muchos los periodistas, poetas y editores que han apuntado la gran sospecha: en París, Ruano se habría lucrado engañando y robando a judíos desesperados. Se rumoreaba en El Chiringuito de Sitges, donde se escondió huyendo de la Resistencia francesa. Se lo comentaban unos a otros entre las tazas del Café Gijón. Hubo quien lo relacionó con otra sospecha todavía más negra: la matanza y expolio de judíos que huían por Andorra. Pero no había una sola prueba. Y Ruano, con sus medios silencios, gozaba en secreto de su intrigante leyenda. «París en plena ocupación era más divertido que dramático», recordaba. ¿Qué hizo él en ese París tan «divertido»?
Quizá Cioran (1911-1995) en palabras de Saint-John Perse, «el mayor prosador de la lengua francesa desde Paul Valéry» sea uno de los escritores y pensadores más controvertidos del siglo XX, no ya por la naturaleza de sus reflexiones, sino por la contundencia de las mismas. Lector voraz de Schopenhauer, Nietzsche, y también de Heidegger, Simmel o Weininger, a los diecisiete años se inscribe en la facultad de Filosofía de Bucarest. Sufre importantes crisis de insomnio y pasa las noches sin dormir alternando entre la biblioteca y el burdel, en compañía de los pordioseros y de las prostitutas, con los cuales le gustaba charlar. Fue compañero de universidad de Ionesco y Eliade, con quienes forjó una amistad que duraría toda la vida. Tras una juventud de activismo político, se marchará a París, ciudad en la que mantuvo, durante muchos años, una existencia errática, sin hogar fijo y vagando de pensión en pensión. Emil Cioran sabía que la vida era trigo sucio, pero en lugar de hacer lo que hacemos todos, es decir, callar y pensar que, bueno, que en fin, que ajo y agua, él lo dijo, lo escribió, lo denunció, se encaró con la vida, le cantó las cuarenta a la vida, legándonos una obra transida de lucidez, desenfado y clarividencia. Frente a tantos pensadores útiles, ¿de qué sirve leer a Cioran, tan nihilista, tan en desacuerdo con la existencia? Entre otras muchas cosas, sirve para recordarnos que ningún filósofo nos saca de una verdadera encrucijada vital: para quien está negado para la felicidad, no hay sabiduría que valga. Podemos encontrar sus obras editadas, pero en cambio apenas existen trabajos que indaguen en las entrañas de su pensamiento, y precisamente ahí es donde reside el logro principal de este Cioran. Manual de antiayuda. Con abundantes guiños humorísticos y con una magistral aprehensión de las ideas, Alberto Domínguez nos propone un singular acercamiento a la obra de Cioran, logrando que el lector penetre con jovialidad en un pensar audaz, perturbador y siempre sugestivo. Y no solo eso: la ironía y la crítica acerca de las grandes flaquezas de nuestra civilización vertebran un texto que aspira a cumplir una de las máximas de nuestro autor, la de que «solo se deberían escribir libros para decir cosas que uno no se atrevería a confiar a nadie».
Catalans de 1918 recull cinc narracions, o assajos, que porten el nom d?un poeta o filòleg (Pompeu Fabra, Josep Carner, Joaquim Folguera, Salvat-Papasseit, Carles Riba), amics de l?autor i que tenen en comú el més gran interès per la llengua. Constitueixen la primera generació d?escriptors catalans que, segons Gabriel Ferrater, «va preferir la seva expressió personal per damunt de, diguem-ne, l?expressió d?una idea de servei al país i d?organització col·lectiva». Però aquest llibre també pot llegir-se com el diari d?un artista adolescent ala recerca del llenguatge més adequat, o com una successió d?instants fulgurants que Foix ha viscut acompanyat de la gent que més estima i que li han donat l?experiència i la intuïció d?un desig inassolible d?eternitat.
Construido a partir de los propios testimonios de Francisco Ayala en las numerosas entrevistas que concedió a los medios, especialmente durante la última etapa de su vida, este ensayo biográfico arroja luz sobre una de las figuras fundamentales de la literatura española del siglo XX. Tras una primera parte en la que se aborda la trayectoria anterior al regreso definitivo del autor a España, una vez concluido el largo exilio, Antonio Astorga rastrea las declaraciones de Ayala a los medios agrupándolas por hitos que se corresponden con la vuelta a Granada, la publicación de las memorias, el ingreso en la Real Academia, la creación de la Fundación que lleva su nombre, el centenario del nacimiento o la concesión de premios como el Nacional de Literatura, el de las Letras Españolas, el Cervantes y el Príncipe de Asturias. Al hilo de las palabras de Ayala, complementarias de sus obras autobiográficas, el autor compone una semblanza que recoge algunos de los temas y episodios de un itinerario tan dilatado como extraordinariamente fecundo.
Voy a seducir a Ted Hughes. Assia Wevill (1927-1969) y su marido habían recibido una invitación para pasar el fin de semana en el campo. Los anfitriones: el brillante matrimonio compuesto por Ted Hughes y Sylvia Plath, cuyo piso londinense acababan de alquilar. La frase, comentario a una colega del trabajo, resultará premonitoria, pues tanto Hughes como Assia quedaron mutuamente deslumbrados. Sería el principio de una atormentada historia de amor que pronto quedó marcada por la tragedia a raíz del suicidio de Plath, ya separada del poeta. Aunque compartió su vida con Ted Hugues durante seis años y le dio una hija, Assia siempre se vio relegada a un segundo plano. Al final, hundida en la depresión, acabaría quitándose la vida igual que Sylvia, sólo que llevándose también a su pequeña. Exótica, cosmopolita y culta, Assia Wevill hipnotizaba por igual a hombres y a mujeres. Pero, pese a su aparente aplomo, una inseguridad de fondo le impedía encontrar su centro y la llevaba a definirse siempre en función de los hombres de su vida. En su testamento dejó escrito un epitafio para su tumba: Aquí yace una amante de la sinrazón y una exiliada. Como tantas otras veces, y empeñado en borrar su rastro, Hughes tampoco respetaría su última voluntad. La obra de Yehuda Koren y Eilat Negev, periodistas y escritores, cuenta con un amplio reconocimiento crítico. Entre sus títulos están The First Lady of Fleet Street (2011) y Giants. The Seven Dwarfs of Auschwitz (2013).
Un paseo con Gabriel García Márquez muestra algunos momentos fundamentales de la infancia y de la primera juventud del escritor colombiano Recorriendo las calles de fuego intenso de Aracataca, Lídice Valenzuela nos lleva a conversar con personajes, amigos y parientes de Gabo, desvelándonos su cosmogonía así como la fuente de inspiración de su obra. Las entrevistas y las crónicas permiten al lector descubrir dónde se halla el escondite en que encontró García Márquez la inspiración para escribir Cien años de soledad. Lídice Valenzuela, nacida en Yaguajay (Cuba) fue periodista de Prensa Latina y corresponsal en varios países latinoamericanos y europeos. En la actualidad es profesora de técnicas periodísticas en el Instituto Internacional de Periodismo José Martín de La Habana. Escribe como colaboradora en varios órganos de prensa cubanos. Analista de temas internacionales y culturales, en especial en America Latina.
Joan Perucho (1920-2003) és un dels grans escriptors catalans del segle xx. Poeta, novel·lista i crític d'art, la seva personalitat polifacètica abasta àmbits molt diversos: la màgia, la gastronomia, els viatges, l'erotisme, la bibliofília o les vides de sants. Julià Guillamon ha pres la figura de l'autor de Les històries naturals com a fil conductor d'un llibre que reconstrueix com no s'havia fet mai el clima cultural de la postguerra, una biografia coral que presenta Perucho al costat de Joan Miró i Salvador Espriu, Antoni Tàpies i Nèstor Luján, Álvaro Cunqueiro i Albert Porta Zush.
La filosofía en el teatro. Todo está dispuesto convenientemente para que podamos escuchar los diálogos: los personajes, el paisaje, los efectos escénicos. El drama real de una vida y el pensamiento en su circunstancia. Prevalecen las voces y las impresiones capaces de conmover, interpretadas para alivio y recreación del ánimo. Escenas de una vida, en este caso la de Berkeley, como una colección de postales. Dublín, Londres, París, Nápoles y Newport. La insurgencia irlandesa, política y filosófica. La amistad con el sátiro Swift y el alambicado Pope. El viaje a Italia y los paseos por el Támesis con Voltaire. La visita a la celda de Malebranche, las conversaciones con lady Montagu y la princesa Carolina. La travesía a las Bermudas y el descubrimiento de un remedio a base de corteza de árbol. El encuentro en Rhode Island con la tribu de los indios narragansett. Berkeley sostuvo que el mundo estaba hecho de impresiones, que ser es percibir. Nada mejor que el teatro para su crítica de las abstracciones. Un elogio de la atención, de la luz y los sonidos, de la vida como apariencia verdadera. Las sensaciones no son duplicados de las cosas, son las cosas mismas. La rugosidad del papel, los colores de la cubierta, la impresión negra de las letras y el significado que entrañan, no tienen otro contenido que la mente que los percibe. Sujeto y objeto se confunden. No hay yo frente al mundo, hay participación mutua del mundo y del yo, inmersión en el agua clara de la sensibilidad. Juan Arnau nació en Valencia en 1968. Es autor de una serie de libros y ensayos, Fundamentos de la vía media y Abandono de la discusión de Nagarjuna (Siruela), La palabra frente al vacío, Arte de probar y Cosmologías de India (Fondo de Cultura Económica), Antropología del budismo (Kairós), Rendir el sentido, Elogio del asombro y Vasubandhu (Pre-Textos), la Leyenda de Buda (Alianza) y Manual de filosofía portátil (Atalanta). En esta misma colección ha publicado El cristal Spinoza, con gran éxito de crítica y lectores.
Todos nosotros somos, en esencia, aquello que leemos. Este principio, difícilmente rebatible desde cualquier rincón de la cultura, es el presupuesto desde el que parte Luis García Montero en este libro que rastrea las huellas que dejaron en Federico García Lorca sus lecturas. Las lecturas a las que Federico García Lorca se acercó en su juventud le convirtieron en la persona que fue -hasta sus últimas consecuencias- y en símbolo de toda una época. Como uno de los escritores españoles más populares del siglo XX, sus obras son objeto continuo de estudio, su poesía resuena más allá de los libros y sus piezas teatrales han conocido multitud de puestas en escena a lo largo de los años. Lejos del mito del autor de genio innato y profundas raíces populares, sus escritos, desde los más tempranos, reflejan un profundo conocimiento de la literatura clásica, de las obras de sus contemporáneos, además de un crecimiento intelectual a la cultura popular, tanto literaria, como musical o teatral. Como todo lector, el joven Lorca buscó en sus lecturas la manera de forjarse una identidad, no solo como escritor, sino también como individuo y como ser social. Este es, sin duda, uno de los más hermosos y fecundos ejercicios de libertad que puede acometer el ser humano. Reseñas:«Es desarmante, como tantas veces en García Montero, la ausencia de petulancia y la simultánea ansiedad por ir desgranando en murmullos, sin levantar la voz, las esquinas de una vida particular a través de objetos y espacios recortables, que sin embargo contienen una mirada irónica y combativa, es decir, inteligente.»Jordi Gracia, Babelia, sobre Una forma de resistencia «[Luis García Montero] es uno de los pocos destinados a la letra grande de la historia de la literatura.»José-Carlos Mainer «Desde que publicó su primer libro, García Montero ha defendido unos objetivos de invariable lucidez y ha logrado que su poesía remita con rigor minucioso a sus ideas estéticas... Y eso lo ha aproximado a lo que suele identificarse con un joven maestro.»José Manuel Caballero Bonald «Excelente lector, buen poeta, interesante novelista, reconocido profesor universitario.»Javier Goñi, Babelia «Luis, como Manrique, como Bécquer, como Rubén, como Machado, como Jaime Gil, como Ángel González, como todos los grandísimos poetas, no solo es un maestro de poetas, que también, sino que, además y sobre todo, parece capaz de contarnos, y de qué manera, lo que habíamos olvidado que sabíamos de nosotros mismos. Luis sirve para hacer afición, para volver a la plaza porque torea José Tomás, para acercarse a las librerías porque ha salido un nuevo libro suyo.»Joaquín Sabina
Los textos autobiográficos que se reúnen en el presente volumen comprenden el período de la niñez, la adolescencia y la época de estudiante universitario de Friedrich Nietzsche, hasta su acceso a la cátedra de lengua y literatura griega en la Universidad de Basilea, cuando contaba veinticinco años de edad. De entre la variedad de textos que se ofrecen al lector, destaca la autobiografía que escribió a los trece años y que él mismo denominaría su «primer libro». Asimismo se incluyen el Diario de la escuela de Pforta y Mirada retrospectiva a mis dos años de estudiante en Leipzig, texto clave donde Nietzsche narra su encuentro con personajes como Ritschl, la génesis de sus primeros trabajos filológicos o su descubrimiento de la filosofía de Schopenhauer. A modo de apéndice, figuran dos ensayos del pensador en los que ya se esbozan algunos de los temas que, de forma magistral, trataría en sus obras de madurez.