Rahel Levin Vamhagen, hija de un comerciante de piedras preciosas, ejerció una notable influencia en el romanticismo alemán. Sin ser rica, ni cultivada, ni hermosa, fue dotada, sin embargo, de inteligencia y de la capacidad de vivir su vida intensamente y como si se tratara de una obra de arte. Su modesta buhardilla en Berlín fue lugar de encuentro para los escritores e intelectuales más destacados del momento, entre los que figuraban Friedrich Schiegel, los hermanos Humboldt, Brentano, Chamisso y el príncipe Luis Fernando de Prusia, y mantuvo una -por su parte- apasionada amistad con Goethe. Rahel vivió durante el periodo crucial de la asimilación de los judíos, en que se abrieron las puertas de los guetos y parecía obligado que los judíos alemanes se desligaran del judaísmo, y Hanna Arendt nos revela, a través de la biografía de Varnhagen, la forma en que la asimilación intelectual y social influye en el destino individual de un ser humano.
Cuando Agnès Agboton dejó su casa en Benín y llegó a Barcelona, tenía dieciocho años y nunca había utilizado una escalera mecánica ni había entrado en unos grandes almacenes, pero traía consigo toda la sabiduría de su tierra. Los cuentos que había escuchado de boca de la abuela, las recetas de cocina que desde pequeña había ido ensayando y los consejos de su padre le acompañaban, junto al respeto por lo que le resultaba diferente o extraño y unas ganas inmensas de escuchar. Con este bagaje, la autora empezó a vivir su nueva vida de ciudadana europea hace veinticinco años, y ahora es una mujer feliz, integrada pero no vendida a nuestro código de valores, que refleja en unas palabras hermosas su manera de ser y estar en el mundo. Al principio adaptarse no fue tarea fácil, y Agnès ha escrito este libro pensando en sus dos hijos, Dídac y Axel, para ayudarlos a crecer aquí sin olvidar que existen otras realidades y sin perder nunca el amor por sus orígenes. Emotivo y sugerente, Más allá del mar de arena es un texto necesario para entender el mundo que ya tenemos a nuestro lado, y Agnès Agboton es la mejor compañera para ese viaje entre dos culturas destinadas a entenderse.
Hay mujeres que con su vida abarcan la historia de un siglo y de un país, y Diana Mosley fue una de ellas. Acostumbrada a la compañía de los más destacados representantes del grupo de Bloomsbury, la joven Diana cenaba a menudo en casa de los Churchill, re
«¿A quién le importa que yo esté gorda? Se trata de mi cuerpo y sé muy bien lo que hago con él... El problema no afecta a nadie excepto a mí misma. Así pues, si partimos de la base de que tú, como yo, eres un ser humano que disfruta de buena salud, ¿por qué se empeñan todos, desde el vecino hasta el editor de Cosmopolitan, en conseguir que adelgacemos?» Con estas preguntas y muchas más, Wendy Shanker nos invita a reflexionar sobre un tema que ocupa y preocupa a miles de personas. De los siete pecados capitales, hoy por hoy la gula parece el más nefasto, y disfrutar de la comida sin preocuparnos por esas curvas peligrosas que asoman por la cintura y las caderas nos coloca en mal lugar para casi cualquier cosa, desde las relaciones sociales hasta las aventuras eróticas. Quien firma estas páginas es una mujer con unos cuantos kilos de más en su haber, pero es también una señora inteligente y con gran sentido del humor, que tras haber intentado adelgazar de mil maneras, acabó convenciéndose de que podía seguir viviendo e incluso permitirse el lujo de ser feliz aun llevando una talla XL. Su libro cuenta las aventuras de Wendy en gimnasios e institutos de belleza, nos muestra su asombro ante dietas extravagantes, nos divierte con sus incursiones por las tiendas de ropa, pero Mucha talla no se queda en una simple queja: Shanker proporciona datos jugosos sobre las empresas que están detrás del mito de la mujer delgada, y el humor le sirve para trazar una lúcida radiografía de la sociedad que nos ha tocado en suerte.
Con tus uñas clavadas en mi cuello moriría, creyendo que dos rosas con sus espinas fieras y celosas señalaban mi muerte con el sello de las muertes gloriosas. Estos versos, que Pío Baroja escribió en 1914, iban dirigidos a una mujer enigmática, capaz de enamorar a damas y caballeros: hablamos de Tórtola Valencia, la bailarina que con sus danzas orientales conquistó los escenarios de medio mundo y se convirtió en el símbolo del exotismo a principios del siglo XX. Tan famosa era que la casa Myrurgia la eligió para representar a la Maja que aparecía en su línea de cosméticos más conocida, y esta imagen ha llegado hasta nosotros. Sin embargo, su vida privada siempre fue un misterio, aliñado con las mentiras que la misma Tórtola iba difundiendo: pretendió ser hija de un Grande de España y se jactó de haber provocado el suicidio de varios amantes despechados, cuando en realidad nada se sabe de sus padres y el hombre que la acompañaba era conocido por sus tendencias homosexuales. ¿Quién era de verdad Tórtola Valencia? María Pilar Queralt ha repasado toda la vida de la artista recurriendo a documentos hasta ahora inéditos, y su trabajo nos devuelve a una mujer an-tes envuelta en sombras y confinada en el baúl de los recuerdos. La opinión del editor: Fue una mujer fuerte, obstinada, que cuidaba su trabajo hasta el punto de diseñar ella misma todo su vestuario. Murió pobre y olvidada por todos. Su historia merecía un homenaje.
Corre el año 1915 y toda la familia de Antonia Arslan está esperando la visita de Yerwant, el hermano que dejó su pueblo natal en las colinas de Anatolia a los trece años para buscar trabajo en Italia. Ahora, después de hacer fortuna en Venecia, el hombre va a volver al país donde nació para que todos conozcan a su esposa y a sus dos hijos. Su hermano Sempad ha acondicionado la casa de las alondras para recibirlos, e incluso ha encargado un piano de cola en Viena; sus hermanas Azniv y Veron se desviven preparando los mejores platos de la cocina armenia, pero tanto esfuerzo es inútil: Yerwant nunca llegará a su destino porque justo el día en que debería iniciar el viaje se declara la Primera Guerra Mundial e Italia cierra las fronteras. Al hilo de estos acontecimientos, se refuerza el espíritu nacionalista de los turcos, empeñados en crear una gran nación donde no cabe el respeto por las minorías. Empieza así el gran éxodo armenio, una odisea marcada por el hambre, la sed y la voluntad desesperada de las mujeres de esta familia por salvarse de la muerte y de la indignidad. Solo tres niñas y un niño conseguirán llegar hasta Italia, donde Yerwant se ocupará de garantizar su futuro y de conservar la memoria oscura de todos ellos. Con estos recuerdos su nieta Antonia ha construido La casa de las alondras, una historia que habla del horror de las víctimas, pero también de la vergüenza de quien pudo y no quiso evitar uno de los episodios más trágicos de todos los tiempos. La opinión del editor: Fue el modo austero y contenido con que Antonia Arslan se acerca al horror, fueron su respeto y su ternura hacia el dolor ajeno, lo que nos animó a publicar este documento de valor excepcional.
Pocos saben que el popular y poderoso mito de Frankenstein fue creado por una tímida jovencita llamada Mary Shelley. Mary era la segunda esposa del famoso poeta romántico Percy B. Shelley, con quien pasó el verano de 1816 en Suiza, a orillas del lago Leman, cerca de la casa que había alquilado otro mítico poeta, George Gordon, Lord Byron. Una noche en que arreciaba una fuerte tormenta, el matrimonio Shelley se vio obligado a quedarse en Villa Diodati, la casa de Byron, quien, para amenizar la velada, propuso que cada uno de los presentes -los Shelley, el propio Byron y John Polidori, su fiel médico- inventara una historia de terror. La única que culminó el encargo fue la más discreta, Mary Shelley, que aquella noche, con tan solo dieciocho años, alumbraría a uno de los mitos más perdurables de la literatura universal. Muriel Spark, reconocida novelista escocesa, estudia en este libro la vida y la obra de esta curiosa protagonista del romanticismo inglés. Siguiendo los diarios que Mary Shelley y su marido escribían conjuntamente, Spark recrea el itinerario intelectual y sentimental de esta mujer en tantos aspectos avanzada a su tiempo, novelista, pionera de la crítica biográfica y madre de una criatura quedesde 1818 no ha cesado de sobrecoger al mundo. La opinión del editor: Coincidiendo con la publicación en Clásicos Mondadori de una nueva traducción de Frankenstein, pensamos que era oportuno volver a proponer esta espléndida biografía de su autora, Mary Shelley.
Patricia Bosworth traza en este libro, ahora revisado y ampliado, un retrato de la intensa y fascinante vida de una de las fotógrafas más audaces y rompedoras del siglo XX. Hija de una acaudalada familia de comerciantes judíos, Diane Arbus (1923-1971) evitó pronto el destino que parecía aguardarle en la alta sociedad neoyorquina, y en los años cincuenta trabajó con su marido en revistas de moda, donde ambos cimentaron su prestigio como fotógrafos. Pero fue en los sesenta cuando Diane comenzó a forjar su personal estilo y a transitar por caminos más oscuros con impactantes y turbadores retratos de personajes proscritos: monstruos de feria, perturbados mentales, prostitutas, delincuentes, indigentes, toda una galería de seres solitarios y marginados que vinieron a representar la otra cara del falso sueño americano. En esta biografía, la periodista americana Patricia Bosworth lleva a cabo con rigor, ritmo y notable habilidad narrativa una brillante recreación de la época, la labor y el perfil psicológico de una mujer que supo crear con decisión e incisivo talento una auténtica épica visual de la sociedad contemporánea. La opinión del editor: Diane Arbus es a la fotografía lo que autores como Flannery OConnor o Raymond Carver son a la literatura del siglo XX.
A veces, basta con asomarse a un balcón para ver cómo la historia con mayúsculas desfila delante de nosotros. Estamos en Haifa, en los años que siguen a la segunda guerra mundial: Rina es una niña judía que vive con su familia en una casa humilde, tan humilde que un barreño de agua sirve para que se bañen las niñas primero, la madre luego, para lavar la ropa después y finalmente para limpiar ese diminuto balcón desde donde la chiquilla ve surgir un nuevo país de las ruinas de la vieja Europa. Rina crece y se convierte en una espléndida joven mientras en su tierra empieza la guerra de Kippur. Solo un milagro puede ahorrarle las penurias de un conflito sin fin, y ese milagro tiene un nombre: es un joven arquitecto de Barcelona que se enamora de la bella judía y sde casa con ella, ofreciéndole una vida acomodada en su ciudad. Esta historia, que casi parece la de la cenicienta, tiene sin embargo un final que devolverá a Rina a ese balcón de Haifa que la vio nacer. Es así como presente y pasado se trenzan para construir una magnífica historia personal que es un cálido homenaje a un país y a una época peculiares, cuando aún todo parecía posible y la felicidad era algo más que una palabra.
Quizá la lectura de este libro le sirva para conocer mejor la vida de los reporteros. Jesús González Green es uno de ellos, de los mejores, de los clásicos. Durante veintisiete años ha sido testigo directo de dieciocho de los más crueles conflictos mundiales como reportero de guerra de TVE. Conoce el miedo y la incertidumbre que producen las situaciones límites, así como la solidaridad y generosidad que nacen de ella. Por vez primera, en este libro nos narra su terrible experiencia en África, intencionadamente ocultada por algunos de los responsables de la televisión pública de aquel momento. El propio autor nos dice de su oficio: ?Un trabajo duro y apasionante que tiene como fin básico la denuncia. Hace mucho tiempo que la guerra dejó de ser un duelo entre caballeros; ya no quedan héroes, ni hay desafíos; se mata con indiferencia, de forma mecánica y sin dar la cara.?
Josep Pernau lleva desde 1954 ejerciendo su profesión. En este libro nos habla de sus vivencias durante la Guerra Civil española; su estreno en la prensa escrita; sus viajes por el mundo y su paso por varias publicaciones. Numerosos personajes transitan este libro y Pernau nos los acerca sin rencores, pero poniendo a cada cual en su sitio; siempre haciendo gala de la ironía que le caracteriza y que conocem bien los lectores de su columna Opus Mei en El Periódico. Roca Editorial ha detectado un inusual número de erratas en la edición de este libro. Expresamos a nuestros lectores nuestras más sinceras disculpas y les informamos de que existe una fe de erratas a disposición de todo aquel que la solicite a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected]
He sido adicto al contrabando. Lo llevo en la sangre. Contrabandistas somos pocos; oportunistas, muchísimos. He sido millonario y me han arruinado. He sobrevivido a varios tiroteos. Me acusaron de delitos que no había cometido. Me condenaron por delitos que cometí. Me sancionaron por hablar de más y me castigaron por hablar de menos. Llegué a poseer un gran patrimonio: me lo quitaron todo". Aquellos que pensaban que con la serie Fariña se había contado todo sobre la época del narcotráfico en Galicia no cayeron en la cuenta de que los principales protagonistas de esa historia siguen vivos y que podían empezar a contar muchas cosas. Que en esto del narcotráfico, como con las meigas, "haberlas, haylas". Y esas historias se pueden contar.
Hasta aquí hemos llegado es el trepidante relato autobiográfico de uno de los pioneros del fotoperiodismo español, maestro de fotógrafos y periodistas. Nacido en Madrid en 1929, Enrique Meneses vivió en Francia, Portugal, Egipto y Estado Unidos, y viajó por la India, Oriente Medio, África negra, Cuba, etc. etc. Testigo de excepción de los acontecimientos más importantes de la segunda mitad del siglo veinte. En sus últimos años en Madrid, desarrolló una intensa actividad en las redes sociales
FUE JAMES HATFIELD quien descubrió que George W. Bush, antes de convertirse en presidente, estaba vinculado a clanes saudíes como la familia Bin Laden y que había coqueteado en exceso con las drogas antes de iniciar su carrera política. La obra de Hatfield dibuja un perfil del presidente de los Estados Unidos de América desde una perspectiva que desconocíamos y lo hace desde la imparcialidad periodística y con un enfoque previo a los graves atentados que sucederían años más tarde en las ciudades de Nueva York y Madrid. Este libro ofrece al lector información suficiente para evaluar el lado humano y también el político del hombre más poderoso del mundo. Intenté en varias ocasiones entrevistar a George W. Bush para este libro pero fue en vano(...). En un esfuerzo por escribir una biografía detallada y objetiva, me hubiera gustado brindarle la oportunidad de responder a los comentarios atribuidos a terceros: cientos de personas, compañeros de universidad, socios, colegas políticos y familiares a quienes entrevisté, pero fue inútil. Quizás no hay pecado y no hay virtud. Sólo existen las cosas que la gente hace. Todo forma parte de lo mismo. Algunas de las cosas que hace la gente son agradables y a veces no tan agradables; eso es todo cuanto un hombre tiene derecho a decir(...). Hatfield recordaba a John Steinbeck cuando trataba de describir la biografía y carrera de un político.