Este libro, dirigido a estudiantes, profesores y profesionales de unidades de información y medios de comunicación, pretende ofrecer una serie de reflexiones críticas acerca de materias que normalmente son tratadas desde un perspectiva prioritariamente técnica. Desde un planteamiento de reflexión social y profesional, en sus ocho capítulos se tratan asuntos como el derecho de acceso a la información y los problemas para ejercerlo, la censura y sus efectos en las unidades de información, las iniciativas para ofrecer información alternativa a los medios convencionales, el papel de la biblioteca en la alfabetización informacional, la propiedad intelectual en el contexto bibliotecario, la sociedad de la información y la revolución tecnológica asociada.
En el marco de la Red de Investigación sobre Metaficción en el Ámbito Hispánico, este libro se propone ahondar en la relación entre la página del libro impreso y la pantalla, en las mutuas interferencias que la cultura actual potencia entre ambos soportes de creación y, sobre todo, en las implicaciones metaficcionales que se desprenden muchas veces de esa inesperada correspondencia. Aunque aparentemente se da cabida a un amplio abanico de fenómenos muy diferentes (los paralelismos estéticos en páginas y pantallas, los fenómenos de intermedialidad o interferencias entre la página y la pantalla, los fenómenos de remediación o imitación de las pantallas en las páginas impresas, las pantallas como referentes temáticos de la literatura impresa o los fenómenos transmedia o de adaptación de un medio a otro), todos ellos son abordados desde la relación página/pantalla, que se propone como principal y aglutinador marco teórico y de reflexión de las diferentes propuestas. Vivimos en un mundo permanentemente grabado y fotografiado, del que podemos encontrar réplica exacta a través de las pantallas de nuestros dispositivos electrónicos, de las útiles aplicaciones de Google, de los programas televisivos Sin duda esa hiperrepresentación tecnológica y audiovisual del mundo, registrado y almacenado desde todas las ópticas y a todas las escalas posibles y de la que, a un mismo tiempo, somos espectadores y actores, ha acentuado nuestra posmoderna conciencia de la especularidad y el simulacro. Y, más aún, en numerosos ejemplos de la literatura reciente se está potenciando y revitalizando la vieja reflexión metaficcional sobre la infranqueable distancia que separa la realidad de su relato o de su copia (sean estos literarios o audiovisuales). Páginas y pantallas, en fin, se alían y desvanecen en interminables estructuras en abyme que nos revelan la ausencia de su origen, de su referente, de la realidad.