La llegada de la sociedad del conocimiento y de la información, de la globalización y de la desaparición, en muchos aspectos de la vida, de las fronteras tradicionales entre los países, supone una serie de cambios profundos que, evidentemente, acaban afectando a las relaciones entre las personas, a sus intereses, a la manera en que se sitúan ante el mundo en que les ha tocado vivir. Al decir esto no hacemos sino señalar una serie de tópicos más o menos evidentes, que ya están de sobra analizados y que, pese a ello, siguen siendo la causa de estudios, monografías, congresos, etcétera. Dentro de estas ideas-tópicos estaría la aparición del, por buscarle algún tipo de denominación clarificadora, homo universalis o cosmopolites en su más helénico, etimológico y primordial significado. Estaríamos en presencia de un ser humano abierto a los aires todos del mundo, carente de fronteras, interesado más por lo común, por lo que nos hace culturalmente distintos, esencialmente parecidos los unos a los otros. Hasta ahí la teoría pero la práctica, lo que vamos viendo día a día señala simultáneamente otra dirección que, probablemente, no contradice ni se opone a esta, sino que simplemente la completa. Nos referimos al interés por los asuntos locales, a la búsqueda de las raíces propias de cada uno en tanto que individuo y/o parte de un grupo: el pueblo, la comarca, la provincia, el país. Este interés es palpable y patente en una serie de instituciones y centros dedicados a la formación, a la información o, simplemente, al entretenimiento. De entre los que tienen estas finalidades destaca, sin lugar a dudas, la biblioteca. Surge así, desde hace ya décadas, la sección de temas locales de las bibliotecas, con la función de recoger todo soporte informativo que contribuya al mejor conocimiento de la localidad: sus raíces, su historia, su devenir a lo largo del tiempo. Pero pasados los años, esta sección de temas locales, sin abandonar en absoluto sus primeros fines e intereses, se ha ido involucrando cada vez más en la información local actual, la que ya no es erudita o de carácter historicista, sino utilitaria: la información sobre el transporte, la sanidad, la educación, la política, etcétera, de cada lugar aparecen también como objetivos fundamentales e irrenunciables. En esta obra se analizan cuestiones como el origen del interés por lo local, los autores y áreas geográficas de lo local, los diferentes soportes y formatos, junto con la variedad de materias que se recogen en las colecciones locales, los usuarios y la organización, equipamiento y personal de la sección local. En definitiva, toda una perspectiva general desde la que entender el por qué y el para qué de esta cada más en auge sección de las bibliotecas. Este estudio va dirigido a los profesionales bibliotecarios, a los estudiantes y estudiosos de estas cuestiones y, en no menor medida, a todos quienes se sienten atraídos por los temas y estudios locales. Desde ese enfoque presentamos como colofón de la obra una serie de anejos que, así lo creemos, son francamente útiles para el día a día del trabajo en estas sección.
Descubrir y aprender a manejarse en el amplio mapa documental e informativo de la Unión Europea, así como dar a conocer las distintas herramientas que posibilitan su recuperación y permiten la comunicación entre esta y su ciudadanía, es el principal objetivo de esta obra. A través de los seis capítulos que vertebran este estudio de carácter general se ofrece, en primer lugar, una introducción sobre el proceso de integración europea y sus instituciones; en segundo lugar, se describe y analiza el repertorio documental eurocomunitario tanto en su conjunto como de modo particular atendiendo a la institución que lo genere, y, en tercer lugar, se examinan los distintos instrumentos dispuestos por la Comunidad con el fin de permitir la recuperación de la información por ella producida. Dado que existe un desconocimiento generalizado sobre los documentos y las fuentes de información de la Unión Europea, esta obra se destina no solo a los estudiantes, profesores y profesionales de las unidades de información, sino también a aquellos que, por razones profesionales o personales, requieren del manejo de la documentación generada por la Europa comunitaria con independencia del ámbito disciplinar de que se trate.
Tomando como referencia el protagonismo cobrado en nuestros días por la imagen como medio de comunicación, este libro se propone reflexionar sobre nuevas formas existentes de representar y recuperar imágenes. Estamos acostumbrados a que tanto la representación de las imágenes para su posterior recuperación como la búsqueda de las mismas se hagan mediante el recurso a las palabras. Sin embargo, en estas páginas se aborda el estudio de un tipo de sistemas automáticos que representan y permiten recuperar imágenes sin necesidad de acudir a atributos textuales que las definan. Las ventajas que suponen estos sistemas son manifiestas, tanto para el usuario como para el profesional de la documentación. A priori, resuelven entre otros el problema del tiempo empleado en indizar textualmente las imágenes, la inconsistencia entre indizadores o la dificultad de expresar cualidades gráficas mediante palabras. Por ejemplo, cuando un usuario no tiene una idea clara de la imagen que busca, el sistema le ofrecerá una muestra a partir de la cual podrá navegar por similitud visual hasta dar con algo relevante; y ello sin necesidad de plantearse las palabras más adecuadas para representar su idea. En este trabajo se definen estos sistemas, conocidos de forma abreviada como sistemas cbir, y se sitúa su origen en el tiempo, se analiza la productividad de la investigación al respecto, se especifican las características y limitaciones principales que sufren estos sistemas y se señalan las tipologías en que podemos clasificar las aplicaciones cbir existentes, comentando algunos ejemplos dentro de cada categoría. La autora dedica un apartado al estudio de las aplicaciones más directamente relacionadas con el ámbito profesional de la biblioteconomía y documentación. Finalmente, se examinan los problemas de interacción que afectan a estos sistemas en su relación con el usuario, al tiempo que se propone una serie de requisitos mínimos de usabilidad exigibles a cualquiera de estos sistemas.
Toda organización maneja información. La información la recorre de un lado a otro, haciendo realidad su razón de ser en función de la satisfacción de sus objetivos y metas. Si bien información y conocimiento constituyen los dos pilares vitales que sustentan el trabajo de cualquier organización y que hacen realidad su producción, servicios o razón social, su gestión demanda un riguroso trabajo de diseño, organización, control y comunicación a fin de que sus diferentes miembros, proveedores y usuarios puedan obtener el máximo de beneficios con el mínimo de costos. Sin una adecuada gestión de información no se pueden alcanzar la eficacia y la eficiencia que reclaman los tiempos actuales. En esta obra se presenta un enfoque de cómo se puede hacer gestión de información aplicable a cualquier sistema. El dominio de estos principios contribuye a que cualquier profesional pueda desde su posición manejar adecuadamente los recursos que emplea para la ejecución de sus funciones. Escrita con un lenguaje simple y didáctico, sin que esto reduzca su rigor académico del mismo, se trata de una obra de obligada consulta para todos los que tengan a su cargo cualquier actividad en un sistema de información organizacional, o en funciones relativas a la gestión documental, la gestión de información y la gestión del conocimiento. Las dimensiones presentadas en estas páginas harán que la gestión de información contribuya significativamente al éxito organizacional.
Un gran clásico de la filosofía del siglo XIX afirmó en una ocasión que si la esencia y la apariencia coincidieran, no sería necesaria la ciencia. Lo que vemos de un sitio web no nos aporta de manera inmediata conocimientos sobre su esencia. Al menos, no sin aplicar alguna ciencia. Entre finales del siglo XIX e inicios del XX muchos científicos estaban convencidos de que la física ya no podría avanzar más, simplemente porque ya se sabía todo sobre ese campo. A lo sumo, decían algunos, se necesitarían medidas más precisas sobre aspectos cada vez más puntuales, pero ya no quedaban cosas nuevas por descubrir. Sucedió que muy poco después llegaron la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, y actualmente, por citar solamente un ejemplo, los científicos declaran sin complejos que no se sabe de qué está hecho el noventa por ciento del universo. ¡Menos mal que ya lo sabíamos todo! La obra que tiene el lector en sus manos aporta sangre nueva a la disciplina de la evaluación de sedes web. Es el resultado de una investigación sólida, completa y muy bien articulada. A través de sus diferentes capítulos encontramos una presentación de lo que es, como dicen los anglosajones en una bella expresión literal, el estado del arte; en este caso el estado del arte en la disciplina de la evaluación de sitios web. Es decir, el lector interesado, por motivos profesionales o de investigación, en saber cuál es el estado de la cuestión en relación con los aspectos que aportan (o detraen) calidad a un sitio web tiene aquí su obra. Si además quiere saber cómo se pueden «medir» esos aspectos, cómo se pueden articular evaluaciones que permitan hacer comparaciones y estudios comparados entre sitios web, aquí tiene su libro. Pero si el lector está, por así decirlo, en el «otro» lado de la barrera y no es un estudioso de la calidad en sitios web, sino un practicante del noble oficio de diseñar, editar y mantener sitios web, no lo dude: más que nunca, este es su libro. Lo que aquí aprenderá no lo encontrará ni en los cientos de manuales sobre edición de páginas web ni en el enésimo manual sobre Dreamweaver. Esto es otra cosa, amigo. Y que lo disfrute. [Lluís Codina'>
De entre todos los tipos de bibliotecas existentes, las bibliotecas públicas son las que contribuyen de manera más eficaz a hacer efectivos ciertos derechos que la Constitución reconoce a los ciudadanos: el derecho a recibir libremente información veraz [artículo 20.1.d)], el derecho a la educación (artículo 27.1) y el derecho de acceso a la cultura (artículo 44.1). Del ejercicio real de estos derechos por parte de los ciudadanos, y no de un reconocimiento meramente formal, depende que una sociedad se considere verdaderamente avanzada. No es una casualidad que los países más desarrollados económica y socialmente dispongan de los mejores sistemas de bibliotecas públicas del mundo. La creatividad, la innovación y el conocimiento que cada uno de los individuos que componen una sociedad puede generar depende de la cantidad y la calidad de la información de la que dispone.
Traducció de les Regles de catalogació angloamericanes 2005, preparades sota lad irecció de la Comissió Mixta Planificadora per a la Revisió de les Regles de cat alogació angloamericanes. La versió catalana ha anat a cura d'Assumpció Estivill i Rius, professora de la Facultat de Biblioteconomia i Documentació de la Unive rsitat de Barcelona. Les AACR són un conjunt de normes que s'apliquen a la descr ipció bibliogràfica de diversos tipus de documents i als punts d'accés descripti us necessaris per a l'elaboració dels catàlegs de biblioteques.
En apenas dos décadas, España ha pasado de ser un país de emigración a un país de inmigración. Con la aceleración de los flujos migratorios registrada en los últimos años, la proporción de extranjeros que reside en España se ha situado en los niveles más altos de la Unión Europea y la inmigración se percibe hoy como el primer factor de cambio social. El objeto de estudio de esta monografía es la evaluación y descripción del desarrollo de los servicios bibliotecarios multiculturales en las bibliotecas públicas españolas, con la finalidad de detectar aspectos de su planificación y organización que puedan considerarse deficitarios y apuntar propuestas de actuación que colaboren en la mejora de la situación actual de estos servicios. Para abordar este estudio, se han marcado tres líneas de investigación: la revisión de recomendaciones para el establecimiento de servicios bibliotecarios multiculturales y el estudio de modelos y buenas prácticas de países con más tradición en la atención a la diversidad; el análisis de la presencia de los servicios bibliotecarios multiculturales en la política bibliotecaria española y en las políticas de integración, y el estudio de campo sobre la planificación y desarrollo de estos servicios en las bibliotecas españolas. A pesar de que la población inmigrante se ha incrementado considerablemente, la planificación de servicios bibliotecarios multiculturales no constituye una actuación que haya sido emprendida de manera generalizada por el conjunto de los servicios de coordinación bibliotecaria de las distintas comunidades, y aún persiste un número elevado de estas que no han emprendido ninguna iniciativa en este sentido, un déficit que pretende ayudar a subsanar esta obra.
Un club de lectura no es otra cosa que un grupo de personas que se reúnen con regularidad para comentar sus impresiones sobre un libro cuya lectura han pactado previamente. En los últimos años, los clubes de lectura han conocido un verdadero auge en España. A pesar de que la tertulia y, en general, la costumbre de reunirse para charlar de diversos temas, también de libros, goza de una larga tradición, la aparición de clubes de lectura es un fenómeno reciente. Es a mediados de los años ochenta cuando se ponen en marcha los primeros en Guadalajara y en Madrid. Desde aquellos primeros tanteos hasta llegar a los más de mil clubes que, casi siempre al amparo de las bibliotecas públicas, funcionan en la actualidad, se ha producido una pequeña pero indudable revolución. La lectura (al menos para las personas que asisten a un club) ya no se vive como un placer solitario: por primera vez hay lectores que se sienten parte de una comunidad lectora. Los clubes constituyen, así, una red que se extiende por toda nuestra geografía, y surgen de manera más o menos espontánea tanto en los barrios de las grandes ciudades como en las zonas rurales; lo mismo en las universidades que en las prisiones; de igual manera entre jubilados que entre niños. Y es que los clubes son la expresión de una nueva forma de socialización de la lectura que está cambiando hábitos muy arraigados. Esta obra analiza las razones de estos cambios y aporta un gran número de pautas y consejos útiles para todas aquellas personas que quieran poner en marcha su propio club de lectura.
La edición electrónica es una realidad contundente en el mundo occidental. Si las revistas científicas abrieron el camino consolidándose como paradigmas digitales irreversibles en el ámbito académico, los libros, tanto científicos como comerciales, después de varios años sujetos a movimientos de signo contradictorio, han iniciado un camino que se va afianzando progresivamente. El libro electrónico es una realidad cada vez más consistente en el ámbito editorial, en el que los movimientos de mercado aleccionan sobre los posicionamientos favorables a los mismos emprendidos por las industrias culturales en general, y por las empresas de generación de contenidos en particular. Lo que estos movimientos pergeñan es el fin del libro, en el sentido tradicional del término, y el nacimiento de nuevas formas de lectura. La aparición de la tinta electrónica, de dispositivos de lectura con niveles de legibilidad equiparables a los libros en papel, con capacidad para almacenar varios miles de libros, con conexión a Internet; el aumento de la oferta editorial digital; el éxito del iPad, con prestaciones que multiplican la lectura convencional, o el surgimiento de modelos de negocio nuevos como Google eBooks dibujan un panorama inexorablemente digital. El futuro está en la pantalla, pues esta puede recrear las características consustanciales a la literatura electrónica: la intertextualidad, en el sentido de creación múltiple y compartida, la interactividad y la yuxtaposición de formatos y medios. Se hace necesario repensar el concepto de libro, visitar su pasado y vislumbrar su futuro, un futuro en el que tanto los soportes como los discursos y las metáforas que los alimentan experimentarán una radical transformación. La desaparición del libro es también el nacimiento del libro y el comienzo de la escritura-lectura. Esta obra pretende analizar todos estos fenómenos y trazar un panorama que permita comprender el momento actual del libro electrónico y sus posibilidades futuras.