En noviembre de 2002 el Vicerrector de Cooperación Cultural de la Universidad de Castilla-La Mancha y la Biblioteca Universitaria organizaron un curso titulado Bibliotecas universitarias, en el que se pretendía reflexionar sobre el presente y el futuro de las bibliotecas universitarias ante el reto de la digitalización. En un momento de cambio de soportes y de cambio del concepto y funciones de las bibliotecas universitarias, se hace preciso esta reflexión para afrontar el futuro bibliotecario sin rupturas y sin miedos, y con mucha ilusión. Para llevar a cabo esta reflexión se contó con un completo elenco de especialistas, procedentes unos del campo de las bibliotecas, y otros del ámbito de la investigación, usuarios de lujo de los centros de información y documentación. Las experiencias de unos y otros son las que se exponen en esta obra, que se compone de ocho artículos de la más rigurosa actualidad.
La tercera monografía de la serie Verb analiza la Biblioteca Pública de Seattle, una de las obras más esperadas de OMA en Estados Unidos. El proyecto parte de un replanteamiento radical de lo que es una biblioteca.
Este ensayo no es una reseña histórica de la antigua Biblioteca de Alejandría ni aspira a reconstruir desde un punto de vista bibliotecario el establecimiento fundado por los Ptolomeos. La tesis fundamental del libro es que las bibliotecas en Grecia fueron una consecuencia directa del ejercicio y la práctica de la filosofía. Las bibliotecas griegas fueron fruto de una lenta evolución en la que los maestros de la palabra oral fueron sustituidos por el texto escrito y fueron el lugar en que se produjo esa escritura, pero también donde se realizó el intento por traducirla y hacerla viva. La Biblioteca de Alejandría no nació de una feliz ocurrencia de los lágidas, ni tuvo por modelo los depósitos orientales de tablillas. Tampoco fue fundada para satisfacer los deseos de prestigio de los monarcas. Su misión básica, como lugar donde se «traducían» textos, se redactaban otros nuevos y se seleccionaban autores afines al mensaje que se quería propagar, fue crear e irradiar el clima político y cultural del Helenismo. La función de la Biblioteca fue hacer público un mensaje que asegurase la comprensión y la participación de griegos y no griegos en esta nueva realidad política. Allí se organizó la cultura escrita, se recreó su producción y se controló y manipuló la literatura griega. La eficacia del modelo bibliotecario alejandrino, culminado por la figura de Calímaco de Cirene, explica que la biblioteca de los Ptolomeos se convirtiese en el arquetipo de las centros bibliográficos que se continuaron erigiendo en el mundo grecorromano. Aunque el trabajo es una adaptación de la tesis doctoral del autor, se ha procurado dar al texto un estilo divulgativo y menos académico, pero intentando no perder el rigor intelectual. Específicamente, el tratamiento de las bibliotecas en la Antigüedad y su relación con el pensamiento filosófico, tema central del libro, puede ser de interés para bibliotecarios y archiveros, especialistas en filosofía, en filología clásica, en estudios clásicos, historia y en humanidades en general.
Bibliotecas y personas es una reflexión sobre la importancia del factor humano en la calidad final del servicio bibliotecario. Sin restar el protagonismo que el usuario posee en el quehacer biblioteconómico, se analiza la necesidad de conocer, formar y potenciar el capital intelectual y humano de las propias instituciones su motivación y su creatividad como vía fundamental para que la función de los profesionales y de las bibliotecas no quede minorizada por las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, sino que, por el contrario, las conviertan en herramientas de apoyo para potenciar la interrelación entre los bibliotecarios y los usuarios. Este ensayo apoya su tesis en la bibliografía reciente sobre tendencias profesionales y abre caminos para mantener viva la vinculación entre la biblioteca y lo que demanda la sociedad actual.
La biblioteca escolar está llamada a desempeñar una importante labor no sólo como lugar de lectura sino como centro de recursos educativos, culturales y pedagógicos imprescindibles para la formación continua que ya exige a los individuos la actual sociedad de la información. Esta obra pretende facilitar, especialmente a los responsables de las bibliotecas y al profesorado de Secundaria y Bachillerato, un conjunto de herramientas para dotar al alumnado de las habilidades necesarias en el aprendizaje de la gestión y la utilización de la información disponible en la biblioteca. Enseñar a buscar información es una tarea compleja que requiere también el desarrollo de capacidades intelectivas para el aprendizaje y el uso consciente y constructivo de esa información. Para lograrlo, esta guía propone una secuencia de actividades organizadas de manera que el alumnado pueda seguir el proceso de búsqueda de información en la biblioteca. Ese camino comienza con la formulación de una pregunta y debe culminar con la localización del documento para obtener la respuesta.
Se trata de una edición corregida y actualizada, en la que se han renovado principalmente los contenidos relativos a legislación y tecnologías de la información. Es una guía de gran utildad para adentrarse en el complejo mundo de la información y de la documentación administrativa.
La historia de los libros antiguos es todavía más apasionante si a ella le añadimos un detalle en apariencia trivial: el precio. No quiero decir el precio actual de los libros viejos, que es añadido casi siempre al azar por los anticuarios. La creación de una conciencia anticuaria, otra conciencia nacional y aun otra tercera patrimonial de la literatura (e incluso de todos los libros) ha modificado los valores y los precios dependiendo de criterios aleatorios. La rareza, la belleza, la importancia, la antigüedad o el número de edición han traído sin cuidado a la mayoría de los lectores hasta avanzado el siglo XIX. A todo esto, los pobres siguieron y siguen teniendo como imposible, o al menos complicado si no era y es con mengua de su hacienda, leer un libro de su posesión. Y es así porque los años y el querer anticuario del mercado de libros antiguos inventan valores que los antiguos no podían imaginarse. «Nosotros debemos coronar a quienes, cotidianamente, nos ofrecen bibliotecas y mundos enteros gracias a libros de toda clase y compuestos en multitud de lenguas». Las páginas que siguen pertenecen a la irreal disciplina de las artes o ciencias aproximativas y aun adivinatorias, pues mezclan muchas veces churras con merinas, libros con toneles de vino, salarios con patrones, pero quieren ofrecer una guía semiseria de lo que se encontraba en la tienda el profesor, el profesional, el iletrado o el señor que se acercaban allí a comprar sus lecturas varias.
A lo largo de los últimos siglos se han publicado en todo el mundo cientos de revistas de diversas temáticas, periodicidades y enfoques: de información general o especializadas; semanales, quincenales, mensuales o anuales; más ilustradas o más textuales; más sesudas o más frívolas. Las revistas son el espejo de la vida de un país, de su vida política, económica, social, científica, literaria; por todo ello, en el presente manual vamos a hablar de «revistas», de los factores y componentes que las hacen posibles y de su propia historia. Con tal fin, los contenidos se van a articular en dos grandes partes de cinco Unidades didácticas cada una: la primera, dedicada al estudio del concepto, los componentes y las particularidades de este medio, y la segunda, dedicada al estudio de su historia, tanto en nuestro país como fuera de él, desde los tiempos anteriores al asentamiento de la prensa hasta la actualidad. Por todo ello, por estas páginas van a asomar muchos títulos míticos de la historia del periodismo: National Geographic, Time, Life o The New Yorker, pero también Revista de Occidente, ¡Hola!, La Codorniz o Cambio 16.
El término informática en la nube surgió en 1996, cuando un grupo de líderes del sector tecnológico y Compaq, que por aquel entonces era uno de los principales productores de ordenadores personales, se reunieron para discutir el futuro de la informática, y en especial de Internet. Tenían la esperanza de que las aplicaciones adaptadas a la informática en la nube dispararían las ventas. Aunque no tenían una idea del todo clara, concluyeron que las aplicaciones para el almacenaje online de los datos de los consumidores probablemente estarían entre las triunfadoras.Hoy podemos decir que la informática en la nube se ha convertido en un poderoso sistema para producir, almacenar, analizar y distribuir datos, información, aplicaciones y servicios para organizaciones y particulares. Si, por ejemplo, te comunicas con Gmail, descargas música de iCloud o compras libros Kindle en Amazon, entonces conoces y utilizas la nube. De modo que todos, de una forma u otra, la estamos utilizando.Como la nube, Big Data despierta entusiasmo entre sus defensores, y se ha convertido en un instrumento formidable, empleado incluso en aspectos inicialmente inesperados, como podría ser la predicción.Pero junto a esas nubes brillantes, también existen nubes negras. Vincent Mosco analiza unas y otras, matiza su relevancia, y describe virtudes y defectos, potencialidades y peligros, en torno al almacenaje, procesamiento y distribución de datos, aplicaciones y servicios, tanto para usuarios individuales como para organizaciones.
Vivimos en la época de la cuarta pantalla, primero fue el cine, después la televisión, tras de esta el ordenador y ahora las tabletas y los móviles. El acceso a la información se ha transformado radicalmente en estos últimos años. De un sistema en el que todo se realizaba sin intermediaciones, con la única condición de conocer el código lingüístico general o el especifico de una materia, para poder descifrar cualquier tipo de contenido, hemos pasado a otro donde el acceso está cada vez más mediatizado. Entre el usuario y la información se interponen dos vectores que es preciso analizar y conocer para conseguir unos rendimientos óptimos, que permitan no solo el acceso a la información, sino también la conversión de esta en conocimiento, en saberes. Los dispositivos por una parte y las aplicaciones que sirven para ejecutar las actividades de todo tipo susceptibles de incluir en los mismos, por otra, constituyen dos factores clave para un desenvolvimiento adecuado de las competencias informativas, culturales y educativas que demanda la sociedad. En un mundo donde los dispositivos se cuentan por decenas y las aplicaciones por cientos de miles, es necesario conocer cuáles son los elementos críticos que hemos de tener en consideración para un adecuado manejo tanto de unos como de otras, cuáles son las condiciones de calidad que han de cumplir, cuáles son los factores de discriminación que se han de abordar desde el punto de vista personal y profesional, y en definitiva como se forma a través de sistemas de carácter disruptivo cuyo conocimiento es meramente superficial. En esta obra se analizan las características, problemas y desafíos que afectan a la lectura digital, incidiendo en todos los aspectos relacionados con las aplicaciones de lectura, desde un punto de vista descriptivo y valorativo. Se hace especial incidencia en las aplicaciones infantiles, poco estudiadas por la literatura profesional, a pesar de que se dirigen al sector de los nativos digitales que harán un uso más prolijo de ellas, y se reflexiona sobre los fenómenos que pivotan en torno a la migración digital y sus consecuencias en nuestras prácticas lectoras. Se trata de una obra dirigida tanto a un público profesional, bibliotecarios, educadores, promotores de la lectura, responsables de políticas culturales en las diferentes administraciones públicas, periodistas, etcétera, como a cualquier persona que quiera conocer que está ocurriendo en la actualidad en el mundo de los contenidos digitales.
Este atlas contiene la historia de la producción del libro y de las bibliotecas desde sus orígenes, desde la Antigu¿edad, con la invención de la escritura, hasta el siglo XIX, momento en que se produce la transformación de la producción en industrial, y se generaliza la lectura y la difusión del texto escrito. Se describen los objetos y los materiales que servirán de soporte para los libros, así como las técnicas para su elaboración a lo largo de la historia. Los mapas y las ilustraciones de los materiales y de los productos resultantes de la evolución del libro son las claves, junto con un texto claro y conciso, de este atlas. Como compendio y síntesis de la historia del libro, pero además por los datos específicos que se aportan, textuales e ilustrativos, va dirigido tanto a especialistas como a estudiantes de diversas disciplinas, como la historia, la filología, la biblioteconomía, la documentación o el arte, así como a cualquier persona que sienta curiosidad por la cultura escrita.