Nueva edición del temario de preparación de las oposiciones al Cuerpo de Auxiliares (grupo C2) y Cuerpo de Técnicos Auxiliares de Bibliotecas (grupo C1), acompañado en obra editada aparte del libro de Cuestionarios y Supuestos Prácticos. Su contenido aba
La palabra autodidacta nos retrotrae muy lejos en el tiempo. Pero el autodidacta está hoy, aquí. No es solo el que en un rincón aislado, sin ayuda de nadie, lleva unas prácticas de autoformación. No es solo el que busca un saber y su gozo, o el que quiere construirse. Es también el que se apoya en otros, en redes sociales, para saber por dónde acceder, cómo hacerlo, cómo iniciarse en unos conocimientos, manejar una herramienta, aprender autónomamente otra forma de hacer. También es el obligado a serlo por unos horarios que le imposibilitan acceder a cursos formales o no dispone de un presupuesto para asumir los costes de una formación que desde el mercado se le vende. También mucha gente que no embonó con los usos y costumbres de la escuela. Desde el primer día en que se abrió una biblioteca con acceso público, biblioteca y autodidacta marchan enlazados. No siempre el autodidacta ha acudido a la biblioteca pública (con sus bibliotecarios, sus catálogos, sus instalaciones), pero sí muchas veces ha recurrido a una biblioteca (de su sindicato, de una asociación?). Cualquier manifiesto en la historia bibliotecaria hará mención a la biblioteca como lugar para el libre autoaprendizaje, para el aprendizaje autodirigido, autodidacta. Se han elaborado decenas de estudios de investigación, informes y directrices, especialmente en estas dos últimas décadas. En los países europeos nórdicos y anglosajones es donde las bibliotecas públicas más se han implicado en esa marcha enlazada, que es objeto de análisis y reflexión en esta obra, ganadora del Primer Premio de Ensayo Teresa Andrés 2009 de la Asociación Española de Documentación e Información.
En la era de los servicios, la calidad se ha convertido en un valor indiscutible para las organizaciones. La capacidad de responder a las diversas necesidades y expectativas de los clientes es un factor tan sumamente importante que determina la supervivencia de la organización. Las bibliotecas son organizaciones de servicios y existen en entornos dinámicos donde los usuarios son cada vez más exigentes. Esto plantea retos a la gestión de la biblioteca: se necesita un enfoque sistemático y una manera de responder a este desafío es adoptando un sistema de gestión de la calidad (SGC). Este libro ofrece orientación práctica que ayuda a las bibliotecas que deseen dotarse de un sistema de gestión de la calidad.
Las bibliotecas quieren demostrar que siguen siendo necesarias en la sociedad de la información. A los bibliotecarios nos preocupa ese futuro que promete una oferta de información abundante y una legión de libros sin papel, ya que nos exige replantear buena parte de nuestros conocimientos, nuestras relaciones laborales y, cómo no, nuestros dogmas profesionales. Necesitamos adquirir nuevas competencias digitales y poner en marcha iniciativas que capten la atención de los ciudadanos sin perder nuestra personalidad. Los medios para conseguir estos objetivos dependerán del tipo de biblioteca en que se trabaje. A pesar de las limitaciones presupuestarias, las bibliotecas públicas son entornos flexibles y autosuficientes donde las tecnologías de la información son accesibles y las pequeñas imperfecciones en la implantación de nuevos servicios, perdonables. Además cuentan con un recurso al alza en la sociedad del conocimiento: el factor humano. Este libro es una invitación a reflexionar sobre el papel que deben asumir los profesionales para mantener activa la biblioteca pública mientras llega ese futuro del que tanto hablamos. No se pretende divagar sobre lo que habría que hacer una vez llegado ese momento, sino el modo en que lo alcanzamos.
El modelo de biblioteca integrada, o joint use library, propone el establecimiento de alianzas cooperativas entre bibliotecas de distinto tipo, normalmente públicas y escolares, para desarrollar su labor conjuntamente, pero sin perder su propia identidad. La propuesta se sustenta en una concepción de biblioteca única que nace y se planifica con más de una función, y ofrece a sus usuarios servicios bibliotecarios diferenciados dentro de una misma instalación, buscando la optimización de espacios y recursos. Esta noción de unidad de información destaca por su enorme flexibilidad y su fácil adaptación a las necesidades y peculiaridades de cada población. Cuenta con un importante bagaje histórico y una notable presencia en lugares como Australia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido o Suecia, donde goza del beneplácito de sus respectivos gobiernos estatales y sus asociaciones profesionales. Este reconocimiento deriva en la elaboración de documentos legislativos, normas, pautas, recomendaciones y otras herramientas de utilidad que propician y promueven su desarrollo. El presente libro ofrece orientación práctica a los lectores-profesionales que deseen plantear un proyecto de biblioteca integrada o conocer la verdadera dimensión de un modelo de biblioteca tan infrautilizado como desconocido en nuestro país.