Wyatt es un ladrón veterano. Imperturbable y enigmático, tiene en su agenda un robo de joyas de los que le gustan: ni muy extravagante ni demasiado ambicioso. Solo tiene que vigilar a Alain LePage un conocido correo «portamaletines» cuyo trabajo es acompañar la mercancía en tránsito para luego desaparecer cuando esta es entregada y encontrar el mejor momento para hacerse con el botín. Aunque Wyatt prefiere trabajar solo, este encargo se lo proporciona Eddie Oberin, un antiguo conocido del ramo; sin embargo Wyatt no acaba de fiarse de él. Juegan con ventaja, ya que es la exmujer de Eddie, Lydia, la que tiene todos los detalles internos de la operación. Si a esto se le añade la habitual meticulosidad de Wyatt en la preparación del golpe, ¿qué puede salir mal? Todo. Y cuando alguien traiciona a Wyatt, no vale con huir Wyatt ofrece una trama tensa y eléctrica, una narración brillante y un ritmo imparable que acompañan a unos personajes, incluido el escurridizo protagonista, difíciles de olvidar, señas de identidad habituales del australiano Garry Disher, uno de los grandes de la novela negra australiana. Wyatt ganó el premio más prestigioso del género negro-criminal en Australia, el NED KELLY AWARD.