La correspondencia de Marcel Duchamp se presenta como un viaje epistolar a lo largo de un periodo crucial del siglo XX. Entre 1912, año en que realiza su polémico "Desnudo bajando la escalera", y la noche del 2 de octubre de 1968, cuando fallece tras cen
Desde su nacimiento en el siglo XIX, el museo se ha encargado de fabricar una imagen de la historia. Así, al reunir objetos del pasado, ha dado forma de dicha historia y se ha articulado como un espacio para un encuentro ritual con la misma. No obstante,
El escultor español Julio González (1876-1942) fue pionero en la escultura de hierro soldado, un material al que llevó a un nivel de expresividad y plasticidad sin precedentes. González, nacido en Barcelona, aprendió el oficio de su padre, orfebre y escultor. En 1900, al trasladarse a París, su colaboración con el arte moderno más innovador y de mayor impacto supuso una indudable revitalización de sus propios planteamientos artísticos. No obstante, González forjó un estilo plenamente personal en su intento de incorporar las ideas de espacio y tiempo a su obra, y al hacerlo cambió el significado del hierro, dotándolo de nuevos valores constructivos y expresivos. Su obra tuvo un impacto decisivo en la escultura contemporánea. Aunque no produjo una obra abundante, su influencia en un escultor tan relevante como David Smith un pupilo lejano suyo prueba la repercusión de su arte. Este monumental proyecto, forjado alrededor de su obra completa (proyectada en siete libros) es el fruto de la iniciativa de Tomàs Llorens, antiguo director del Museo Reina Sofía, del Museo Thyssen-Bornemisza, ambos en Madrid, y del IVAM de Valencia, museo que posee cerca de 400 obras de Julio González en su colección. Publicado en colaboración con el IVAM de Valencia y la Fundación Azcona de Madrid.
Este libro constituye el primer estudio sobre el gesto en la pintura de Giotto, analizando su función, así como las fuentes de donde procede. Pues Giotto pinta gestos para expresar emociones, mostrando así el carácter de situaciones y figuras; su consistencia en el uso de los gestos muestra que es bien consciente de la naturaleza simbólica que contienen. El profesor Barasch estudia aquí la gestualidad que es central a la obra de Giotto, es decir, los movimientos que acompañan el habla, así como los gestos de protección, cruzamiento de brazos sobre el pecho e imposición de manos, analizando en detalle pinturas como El pacto de Judas y el Noli me tangere. Las fuentes de Giotto resultan así ser, en primer término, los usos judiciales y el ritual eclesiástico, donde ciertos movimientos corporales vienen impuestos y subrayados como actos sociales de significado efectivo y bien preciso. Pero, aún respetando esta clase de convenciones, Giotto utiliza el gesto en su pintura con notable libertad, transfiriendo movimientos de un contexto a otro e infundiendo un contenido de gran fuerza psicológica a unos actos de carácter simplemente convencional
Esta excelente y prestigiosa introducción al arte occidental, cuya edición ha sido ampliada para España por el catedrático de la Universidad Delfín Rodríguez Ruiz, ofrece a los lectores: - Un texto actualizado que incorpora los más destacados desarrollos y descubrimientos recientes, así como una detallada revisión de interpretaciones ya clásicas. - Un diseño cuidadoso que incorpora texto e ilustraciones en lectura complementaria y paralela. - Especial atención al papel histórico de la mujer en el arte, incluyendo la obra de veintiseis significativas mujeres artistas. - Un glosario ilustrado y una extensa y detallada bibliografía científica. - 1600 ilustraciones, 200 de ellas a todo color. - 17 mapas y 14 cronologías.
Este libro trata del conocimiento de los aspectos fundamentales del espacio y de las técnicas para poder manejarlo y representarlo a través de la geometría y de los análisis que ésta propicia. Con un lenguaje asequible, la obra está dirigida a los estudiantes de Bellas Artes y de Diseño y, en general, a todas aquellas personas interesadas en conocer la relación, tanto intuitiva como racional y geométrica, del ser humano con el espacio.
Frente a un discurso crítico que parece haber liquidado la narración como un elemento ajeno al espíritu de la danza, A contracuento intenta rehabilitar el cuento, y exponer las razones y las formas de un infinito historial de intersecciones, de convergencias y complicidades entre las malicias del narrar y las malicias del danzar. Lo hace detectando los indicios de una danza secretamente inscrita en la peripecia del cuento (de su forma originaria, el mito, a sus últimas derivas, en la novela posmoderna), y lo hace dialogando con distintos protocolos del saber y del hacer, del arte figurativo a la filosofía del siglo XX, a la física y la biología. Este libro heterogéneo habla de nubes, nenúfares, naufragios, panoramas, tejidos, urdimbres y texturas, sin perder de vista en ningún momento las expresiones más variadas de la danza en la actualidad y la pluralidad de autores que conforman su poética como la de un cuento . Lo que se ofrece no es simplemente una lectura revolucionaria de la hermandad de cuerpo y cuento, sino una teoría general que intenta, dinamitando algunos lugares comunes de la crítica, rehabilitar la vocación coreográfica de la danza moderna, descubrir las raíces ornamentales del hacer dancístico, demostrar que la danza, como todo mito, constituye algo así como un efecto admirablemente . Roberto Fratini es Doctor en Artes Escénicas por la Universitat Autònoma de Barcelona y docente de Teoría de la Danza en el Conservatori Superior de Dansa de Barcelona, dramaturgo y ensayista. Ha realizado dramaturgias para varios coreógrafos en España, Francia, Italia y Suiza, e imparte regularmente cursos especializados, clases y talleres de teoría y dramaturgia de la danza en distintas instituciones universitarias y teatrales europeas. Colección Cuerpo de Letrase ha realizado en colaboración con el Mercat de les Flors.
Este libro nace entre las paredes de la Universidad de Granada (España). Dolores Álvarez, Francisco Maeso, Virtudes Martínez, Joaquín Roldán y Ricardo Marín, todos ellos especialistas en Educación Artística y formación del profesorado, nos muestran cómo el mercado no implica únicamente problemas económicos o financieros, sino también y muy directamente, culturales y educativos. La obra se estructura en dos partes. La primera titulada "Miramientos" encara los problemas del consumo, la publicidad, la identidad y las controversias sobre género en la infancia y la adolescencia. La segunda parte, llamada "Zonas visuales", recorre algunos de los principales territorios visuales, como el cine, la publicidad, los museos, etc. Las imágenes que forman parte de la obra son digitales y, al igual que el texto, recorren una amplísima gama de registros, siendo algunas estrictamente documentales y otras reconocidas obras de arte. Todas ellas constituyen una parte tan fundamental del discurso como la verbal.
¿Una época, un periodo, sólo un momento? Ramírez analiza el arte que en estos años y bajo esta advocación se ha producido y/o difundido- la apoteosis Duchamp, las máquinas de Tinguely, los graffiti, el cine y la ciudad, la arquitectura postmoderna...-, sus problemas.
El libro constituye un estudio completo de las leyes de la óptica aplicadas al conocimiento teórico de la Historia del Arte occidental, en la epoca moderna y contemporánea. Las leyes perspectivas y su conocimiento y desarrollo histórico en la obra de los grandes pintores occidentales.
Los grandes monumentos diseminados por Europa, Próximo Oriente y África constituyen impresionantes recuerdos del arte romano, pero sólo nos cuentan una parte de su historia. El legado artístico de los romanos sobrevive en muchas otras formas, por lo que la autora de este libro se centra en cuatro temas principales: la herencia griega, el retrato, el arte oficial y la casa. Desde los primeros años de la República hasta el fin del Imperio, el gusto por la cultura griega supuso una importante influencia para los romanos que ellos adaptaron creando un arte propio. A través de las magníficas colecciones del British Museum nos habla un amplio abanico de antigüedades romanas, desde la escultura monumental, cuyo destino eran los lugares públicos, y los retratos de emperadores y ciudadanos particulares, hasta los mosaicos, pinturas murales y servicios de mesa destinados al disfrute en la intimidad.
Los desnudos de Music, ni heroicos ni eróticos, más que desnudos, serán antes bien, por tanto, cuerpos al desnudo. Figuras solitarias de filósofos o estilitas, avatares de la Vanitas barroca, son más mortificaciones que glorificaciones. Móviles, estáticos, sarmentosos, flacos, porque obedecen al orden del espíritu, y no a los desórdenes del deseo, esos torsos estrechos de costillas marcadas, esos miembros alargados que ya no respetan las reglas de un nomos, esos ligamentos finos, a punto de romperse como ramas, esas manos de dedos larguísimos que revolotean convocan una teoría de efigies similares. Music, ciudadano de la Kakania de Musil, es heredero de los pintores del cuerpo que, del Greco a Schiele, de Klimt a Boeckl, de Goya a Kokoschka, han desplegado una danza macabra de efigies de torsos estirados y miembros alargados y enjutos, pero que, sin embargo, no asustan. Esa carne precaria, cuya supervivencia no garantiza ninguna ley de construcción, cuya perfección o perpetuación no garantiza ninguna regla de armonía, la captan siempre como en el umbral del rigor mortis.