Esta obra, publicada por primera vez en 1993, asentó una manera nueva de entender la historia del Egipto farónico, que combinaba los resultados de la investigación arqueológica con la narración en términos accesibles para el lector general. Agotada en sus primeras ediciones, El Antiguo Egipto se presenta ahora en un formato nuevo, que, mediante el color, ensalza la riqueza plástica de una obra que no ha perdido su vigor: contra los tópicos que todavía pretenden mostrarnos el Egipto faraónico como sociedad inmovilista, este libro no enseña cómo los egipcios inventaron el Estado, asociado inicialmente al despotismo, y cómo evolucionaron hasta llegar a formas de compromiso social que se asemejan a las hoy vigentes entre nosotros. «Repleto de ideas poco frecuentes y renovadas afirmaciones ... su originalidad debería provocar que se convirtiera en lectura obligatoria para todos los estudiantes del Antiguo Egipto». Times Literary Supplement
Hoy, el recipiente de vidrio es un objeto cotidiano, sin embargo no siempre fue así. Es necesario remontarse hasta mediados del II milenio a.C. para encontrar los primeros vasos realizados con esa nueva materia que, conseguida a través de la mezcla de diversos ingredientes, se destinó desde el principio a imitar otras más preciadas, como demuestran esos recipientes egipcios que, elaborados en un vidrio de color azul, se inspiraban en lujosas piezas de lapislázuli. Durante el I milenio se introdujeron nuevas técnicas, como el uso de moldes y, sobre todo, el modelado sobre una pre-forma, que permitieron reducir el tiempo fabricación y el coste de estos objetos que, no obstante, seguían siendo un artículo altamente exclusivo. Es en época de Augusto cuando esta artesanía se expande, dado el periodo de paz establecido y, sobre todo, gracias al descubrimiento del soplado. A partir de entonces comienzan a implantarse en Occidente nuevos centros, en los que se combina la tradición, aportada por aquellos maestros llegados de Oriente, con innovaciones tanto técnicas como decorativas. Ello repercute notablemente en la difusión de una vajilla de vidrio que rápidamente formará parte de un servicio de mesa, en el que convive el lujo con producciones más corrientes destinadas a una clientela con bajo poder adquisitivo. Escasamente tratado en la investigación arqueológica de nuestro país, el objetivo de esta obra es rescatar al recipiente de vidrio de ese tradicional olvido al que ha sido relegado. En ese sentido, se analiza esta característica vajilla a través de una serie de conjuntos procedentes de diversos yacimientos localizados, principalmente, en el área suroriental de la Península Ibérica, que permiten comprobar su progresiva integración tanto en los ambientes domésticos como funerarios. También se analiza su evolución entre los siglos I y VII d.C., un dilatado periodo que nos aproxima a la riqueza y variedad de los repertorios en época imperial, frente a la monotonía y austeridad que se observa durante la Antigüedad Tardía, cuando esta artesanía mantiene e impulsa los conocimientos adquiridos en etapas anteriores.
Lo que más llama la atención del visitante que, atraído por su fama, se acerca a contemplar el templo de San Miguel de Escalada, es su privilegiado emplazamiento -cuan centinela sobre la ribera del Esla- y ese maravilloso pórtico que se abre en su costado
El 4 de agosto de 1897 se halló en el yacimiento de L?Alcúdia de Elche la escultura más emblemática del arte ibérico: la Dama de Elche. Los estudios sobre este enclave fueron difundidos, inicialmente, por el polifacético archivero Pedro Ibarra Ruiz, y a partir de 1935, esta labor corrió a cargo de Alejandro Ramos Folqués, su propietario y excavador. Abogado reconvertido en arqueólogo por vocación, dedicó su vida a excavar y difundir sus hallazgos en este antiguo solar pródigo en vestigios materiales, en especial, los vasos ibéricos decorados del denominado «Estilo Elche-Archena», así como nuevos testimonios de escultura ibérica de gran valor arqueológico e histórico. Ese gran legado material y documental es custodiado desde 1996 por la Fundación Arqueológica L?Alcúdia de la Universidad de Alicante. No obstante, esa herencia cultural estaba necesitada de una profunda revisión que sirviera para actualizar unos datos que, con el paso de los años, habían perdido su contextualización histórica y material. Este rescate ha sido posible gracias a la clasificación y análisis de los diarios de excavación, fotografías, memorias inéditas, correspondencia y prensa: más de 20.000 documentos originales imprescindibles para comprender los procesos científicos de Ramos Folqués. El resultado de todo este trabajo analítico es el que se desgrana en este libro, que se ha ido tejiendo con el hilo conductor de los contextos arqueológicos y humanos que muestran los testimonios originales, hasta completar una gran memoria global, diferente a la historia oficial, que abre nuevas vías de conocimiento y estudio.
Con este libro, Itálica consolida su imagen de unidad urbana, con una historia excepcional y diferente por las circunstancias de su fundación y su papel como patria de emperadores. Obra estructurada en tres apartados, destina el primero a dibujar un panorama de la trayectoria histórica de la ciudad y sus gentes, el segundo a una novedosa historia de las excavaciones y el tercero a una pormenorizada descripción monumental.
Este volumen recoge los resultados de la intervención arqueológica en el despoblado medieval situado en el poblado de Zornoztegi. Aunque Zornoztegi está documentado desde el s. XI y en la Baja Edad Media varios textos lo recuerdan como despoblado, su excavación permite reconocer una secuencia ocupacional que arranca en el Calcolítico y se extiende hasta el s. XV. De esta forma ha sido posible estudiar el proceso de formación y transformación de una comunidad campesina medieval. Se han estudiado los registros bioarqueológicos y geoarqueológicos y analizado procesos históricos como la transformación de paisajes tardorromanos, la formación de aldeas medievales, la implantación de parroquias o los procesos de creación de villas.
Ha empezado la cuenta atrás del cambio climático global. Éste no es el primer fenómeno súbito con el que se enfrenta la humanidad. Ya desde la prehistoria las sociedades han sufrido diferentes tipos de cambios súbitos, que se han transformado o no en catástrofes, dependiendo de su interrelación con las variables sociales. No sabemos demasiado sobre estos temas pues la visión arqueológica científica de la prehistoria en su lucha contra el oscurantismo minimizó el papel del «catastrofismo» y enfatizó la importancia del gradualismo en la explicación social. Sin embargo, los recientes avances técnicos y metodológicos en las ciencias de la Naturaleza han puesto de manifiesto, redimensionado y vuelto a señalar la trascendencia de los cambios bruscos. En este libro se insiste en la necesidad de no obviar la incidencia que este tipo de fenómenos ha podido tener en el desarrollo de las sociedades y se revisan las posibilidades de reconocer arqueológicamente los efectos de fenómenos extraterrestres (como los meteoritos), climáticos, terremotos, tsunamis y volcanismo sobre las comunidades prehistóricas. Entre otros ejémplos, se analiza el papel que un cambio súbito en las estrategias de explotación de recursos por parte de aquella humanidad moderna pudo tener en la extinción de la megafauna eurosiberiana, americana e insular. Ésta habría sido un precedente del cambio global actual que, a diferencia de los anteriores, y por primera vez en la historia de la humanidad, sí se podría prever y tratar de evitar.
En este volumen se ha recogido una serie de trabajos dedicados al estudio de los testimonios de índole religiosa, tanto referencias en autores griegos y latinos como documentación arqueológica, relativos a la Gadir fenicia.