Identificar, valorar, eliminar, conservar...verbos conjugados, por activa y por pasiva, por archiveros en ejercicio de las últimas décadas. La identificación y valoración de fondos documentales han sido -son- el tema estrella de la archivística más reciente y, al mismo tiempo, la necesidad más acuciante para el profesional que asume la responsabilidad de la eliminación para la conservación. Sin estudios previos de identificación, la eliminación se convierte en una suerte de salto al vacío sin red con escasas probabilidades de éxito. La obra Tipología Documental de Universidades: Propuestas de Identificación y Valoración no es sino la materialización de los resultados de un proyecto cooperativo desarrollado por los archiveros de once universidades españolas -públicas y privadas- en el seno del Grupo de Identificación y Valoración de Series Administrativas de Archivos de Universidades, y buena prueba de que el ámbito de los archivos universitarios se está perfilando, desde hace unos años, como uno de los más prometedores dentro del panorama archivístico español.
La gestión de recursos de información se ha visto enormemente influenciada durante la última década por la generalización de los documentos en formato electrónico. Este cambio ha obligado a bibliotecas, archivos y centros de documentación a gestionar un nuevo tipo de materiales y a familiarizarse con los nuevos formatos y con las herramientas y tecnologías necesarias para su tratamiento. Entre estas, los lenguajes de marcas, y en particular el formato xml, se han convertido en una de las principales herramientas en distintos programas de edición electrónica y gestión de metadatos. Esta obra tiene como objetivo facilitar al usuario un conocimiento detallado de las características de los lenguajes de marcas y de sus principales aplicaciones en bibliotecas y archivos. Para ello, se describen las aplicaciones desarrolladas en los últimos años para la gestión de metadatos (MODS, METS, Dublin Core), registros de autoridad (MADS, EAC), codificación de contenidos (TEI), descripción de fondos de archivo (EAD), preservación digital (Premis) y recuperación de información (OAI, ZING SRW/SRU). El libro también pretende servir como obra de referencia para los principales tipos de documentos diseñados con vistas a bibliotecas y archivos.
Con el uso de las TIC el documento administrativo ha variado su medio de transmisión, su soporte y su formato. Proteger los documentos electrónicos y recordar a través de ellos permitirá una administración completa y justa con la preservación de la memoria de la institución que los ha generado.
En estos tiempos en que las modernas tecnologías van invadiendo parcelas de la comunicación antes reservadas al papel, un libro como este, El papel en los archivos, viene a resaltar la importancia que el papel ha tenido, y que tendrá, en el devenir de la humanidad: en el papel están, y seguirán estando, guardados su historia, su pensamiento y sus sentimientos. Podría dividirse el contenido de este libro en tres partes: una breve historia sobre la invención del papel, la materia prima necesaria para su elaboración fibras vegetales, madera de árboles, trapos y los diversos procesos en su fabricación el papel de tina o papel hecho a mano, el papel continuo y la máquina del papel continuo constituyen el tema de la primera parte. La segunda se centra en el papel en el archivo: tipos de papel, papel permanente y papel de archivo y normas para su conservación. Antes de pasar a la tercera parte, las autoras exponen con detenimiento el interesante tema de las filigranas o marcas de agua, que llevaban insertas la mayoría de los papeles y que constituirían el registro de marca del molino de papel que lo había fabricado. La tercera parte, aunque va introducida por la palabra «Apéndices», expone temas tan importantes como las características técnicas y los criterios de calidad del papel, los constituyentes químicos de las fibras vegetales papeleras y un listado de normas UNE relacionadas con el papel. Una abundante bibliografía y un muy útil glosario enriquecen el estudio.
El planteamiento de la pregunta ¿qué es un archivo? ha supuesto la acotación del objeto de la archivística en su doble perspectiva, institucional y documental, en un mundo cambiante y acelerado en el que los archivos van dejando de ser unidades aisladas y marginales para formar parte esencial de cualquier organización como unidades de gestión. Por otra parte, la sociedad, hoy, tiene nuevas exigencias y reclama nuevos derechos: transparencia y agilidad en la administración y acceso a la información, y son los archivos los que están implicados en esas exigencias y en esos derechos. En este texto de Antonia Heredia teoría y práctica se dan una vez más la mano. Su contenido supone una reflexión profunda y coherente con su trayectoria profesional y bibliográfica. Busca la precisión de viejos conceptos que no han dejado de evolucionar, y para tal propósito se vale del vocabulario archivístico que desempeña un papel importante en su discurso. Este libro, que inicia una colección archivística de Ediciones Trea, juega con dos conceptos esenciales: el archivo como institución y el archivo como contenido documental, es decir, los documentos de archivo y la gestión documental. A partir de ellos la autora hace una revisión de la archivística en la encrucijada, entre el espacio analógico y el espacio digital, que hoy exige un reconocimiento de la identidad de esa disciplina y de sus contenidos, a la hora de la necesaria e inevitable integración.
Este fondo es de gran importancia para conocer la historia política, legislativa y administrativa de un importante periodo de tiempo de nuestra historia, por la gran cantidad de normas que se aprobaron y que fueron determinantes para conocer la evolución histórica de nuestro país.
Los documentos de archivo tienen su origen y especificidad en la actividad administrativa que personas o entidades públicas y privadas, en cumlimiento de sus competencias y funciones, desarrollan para resolver sus asuntos y conservan en tanto les sirven de prueba o de información. Por tanto, son por su origen documentos administrativos, cuyo número y variedad obliga a los tratadistas a proponer diversas taxonomías con objeto de conocerlos y controlarlos. Los documentos de archivo, que conforman unidades documentales simples o compuestas, respondiendo mayoritariamente en este caso a los formatos de expediente, dossier y registro, se producen ininterrumpidamente originando series documentales, que constituyen el entramado básico de los archivos. El análisis de los caracteres internos y externos de los documentos y de las series documentales es fundamental para el tratamiento documental e archivístico, que es tanto como decir para la gestión documental y la administración del archivo. El autor de los documentos y la relación jerárquica y funcional con otros documentos del mismo origen permiten reconstruir la estructura interna del archuivo. La autoría, junto con la finalidad con que fueron redactados, el ámbito de competencia y los criterios con que fueron clasificados y ordenados, permite conocer su valor de uso, variable en el tiempo, y relacionado con la naturaleza jurídica del acto y con el objeto específico de su contenido. Este estudio analiza la génesis, los elementos diferenciadores, os atributos y los valores de los documentos de archivo y estudia minuciosamente las dos unidades documentales fundamentales, los expedientes y los registros, para los que ofrece alguno de los ejemplos más característicos. Pedro López Gómez es doutor en Geografía e Historia y Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense, así como Documentalista por la Escuela de Madrid. Pertenece al Cuerpo Facultativo de Archiveros desde 1974. Fue director del Archivo Histórico Provincial de Pontevedra, del Archivo del Reino de Galicia (A Coruña) y del Archivo de la Corona de Aragón (Barcelona). En la actualidad es profesor titular de Biblioteconomía y Documentación en la Universidade da Coruña. Tiene numerosas publicaciones sobre Archivística e Historia, entre las que destacan La Real Audiencia y el Archivo del Reino de Galicia, José Cornide, el coruñés ilustrado, y La Expedición Iglesias al Amazonas. Olga Gallego Domínguez es licenciada en Filosofía y Letras, sección de Historia por la Universidade de Santiago de Compostela. Pertenece al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos desde 1958. Ha desempeñado su carrera profesional en los Archivos Histórico Provincial y da Delegación de Hacienda de Vigo y Ourense. Tiene varias publicaciones sobre archivística e historia local, entre las que destacan los estudios sobre el Catastro de Ensenada y sobre la organización de los archivos históricos provinciales y familiares.
Actualmente la conservación preventiva, debido al acceso casi sin límites a los archivos por parte del ciudadano, se ha convertido en un reto para los profesionales del ámbito de la archivística, reto que se da tanto a nivel tecnológico como de recursos, por lo cual la labor de estos profesionales está necesitada de apoyo por parte de los especialistas en conservación y restauración, que los deben orientar en cuanto a la preservación y a la optimización de sus recursos. La finalidad de este pequeño manual no es otra que dar unas pautas para identificar las distintas patologías que sufren los documentos de archivo y orientar sobre cómo actuar para frenar los procesos de degradación, y, al mismo tiempo, conocer las recomendaciones básicas de conservación permanente en cada caso. Para ello, se han confeccionado unas fichas en las que se describen de forma más o menos amplia sus características, las principales degradaciones y propuestas generales de actuación según la naturaleza de los documentos, del mismo modo que se establecen los parámetros que deberían cumplir todos los depósitos de archivo
Esta obra aborda la cuestión de los proyectos de digitalización en los centros de conservación y difusión del patrimonio. Se encontrarán las claves de los procesos de digitalización así como el estado de la cuestión en cada uno de dichas tipologías culturales.
Este libro está pensado para lectores que desconocen el mundo de los archivos, pero pueden descubrir en sus páginas una profesión. Para aquellos que tienen intención de adentrarse en ella, pero desconocen los detalles de su ejercicio y aprendizaje. Para aquellos que, conociendo la archivística o desde el ejercicio profesional, quieren conocer los avatares, la evolución y la situación de la formación en archivística, las tendencias actuales y futuras, y deseen conocer y reflexionar sobre las oportunidades profesionales en la sociedad actual. Estudiar archivística: dónde y por qué se plantea como una respuesta necesaria a los interrogantes que rodean a uno u otro tipo de lector. En primer lugar, ¿qué es la archivística? ¿Es una disciplina de y para historiadores? ¿Cuando hablamos de archiveros y archivadores, nos referimos a lo mismo? ¿Dónde trabaja un archivero? ¿Qué labores desarrolla en su puesto de trabajo? ¿Qué tipo de profesionales necesitan los archivos y las organizaciones para la gestión de sus documentos? ¿Son comunes a todos los archiveros del mundo las tareas a desarrollar y los métodos de trabajo? ¿Cómo se forma profesionalmente un archivero? ¿Cuáles son los centros que en España ofrecen esa posibilidad? ¿Qué oportunidades ofrece el mercado de trabajo?
Uno de los factores estratégicos de la modernización de los archivos es, sin duda, la normalización. Este factor normalizador se extiende a todos los procesos de organización y de servicio de los archivos, con independencia de la antigüedad de los fondos que custodian, y contribuye a erradicar esa imagen romántica de los archivos anclados en hábitos y costumbres decimonónicas, alejados de la sociedad contemporánea. Con ayuda de la normalización y de otros factores de cambio, la archivística ya no es una ciencia del pasado aplicada a los archivos, es una ciencia del siglo xxi, con aplicación práctica en todo tipo de organizaciones. Uno de los organismos internacionales claves en la normalización es ISO (Organización Internacional de Normalización), cuyas normas son conocidas y aplicadas en sectores económicos, industriales y tecnológicos de todo el mundo. A pesar de las apariencias, hoy en día ya se aplican muchas normas ISO en los archivos y en los documentos que llegan a ellos y de todas ellas damos cuenta en este libro. Una de las de mayor implantación en organizaciones de todo el mundo es la norma ISO 9001 de gestión de la calidad. En este manual se explica en qué consiste y cómo se puede aplicar a un archivo. Otra norma de reciente aparición es ISO 15489, que, inspirada directamente en la metodología archivística, se concibe inicialmente como norma de soporte a la gestión de la calidad ISO 9001 y medioambiental 14001, pero que puede acabar convirtiéndose en un modelo de la gestión de documentos para cualquier tipo de entidad. También se explica con detalle en qué consiste esta norma. La obra que presentamos al lector se completa con un interesante apartado de casos prácticos, formularios, un glosario y bibliografía.
En el mundo del patrimonio cultural, la incorporación de la tecnología es un hecho reciente, y por lo tanto su aprendizaje resulta más necesario si cabe. Numerosas instituciones culturales desconocen todavía el potencial que las tecnologías de la información y comunicación (TIC) pueden aportar a la conservación, revalorización y comunicación de sus colecciones, y piensan que el coste económico y humano es una barrera infranqueable. Por esta razón, resulta indispensable difundir, en la medida de lo posible, aquellas aplicaciones tecnológicas con éxito en el ámbito del patrimonio cultural, para que se desvanezcan los temores que pueden generar la introducción de las tecnologías. Este libro, fruto de la investigación del grupo Òliba (http://oliba.uoc.edu) de la Universitat Oberta de Catalunya, pretende introducir al lector en aquellas novedades que las TIC pueden proporcionar al mundo del patrimonio.