Jun viu en una gran ciutat. És una nena de set anys que viu en un edifici típic, envoltat de gent amb cara de pocs amics que sempre van amb presses. Per aquesta raó, i com tants altes dies que la Jun es cansa de jugar sola o està molt avorrida, es posa a mirar per la finestra, i deixa volar la seva imaginació?Quan es queda sola a casa, perquè els seus pares treballen o els seu avis han anat de compres, o especialment, quan està trista perquè l'han renyada a l'escola, o s'ha enfadat amb la seva millor amiga, Berta, només necessita que passin uns segons perquè es produeixi un miracle meravellós. ¿Voleu saber quin és aquest prodigi?
Las batallas de la eñe - Lenguas condicionadas y nacionalismos exaltados es un libro de gran actualidad, y amplio interés, que expone y analiza los orígenes y la historia de las lenguas de España y su relación con los nacionalismos y extremismos que separan y unen a los pueblos. El ensayo se adentra en los conflictos desata dos y en los latentes de comunidades ambilingües como Galicia, Castilla-León, Asturias, País vasco, Navarra, Aragón, Cataluña, Baleares y Valencia. Señala las trabas de la convivencia, los desprecios y en su caso humillaciones a los hablantes monolingues de castellano, y la confusión que alienta a quienes pretenden identificar a su nación o a su pueblo con una de sus dos lenguas. Decisiones tan contrarias a los derechos de los hablantes no se toman en ningún país demócrata del mundo, ni tampoco en ciertas dictaduras. La investigación se recrea en una mirada a la historia que explica y justifica la evolución de las lenguas hispánicas desde su formación hasta los contratiempos de la actualidad. Me muestro a favor –dice el autor– de todo lo que los hablantes quieran hacer con sus lenguas, de la misma manera que estoy a favor de todo lo que quieran hacer con sus vidas, pero en contra de las imposiciones de jefecillos y carguillos teñidos de azul o de rojo, de morado o de naranja o de más o menos verde, o disfrazados. La mejor política lingüística es la ausencia de política lingüística, siempre que cualquier lengua, sea el aranés o el chino, tenga la misma consideración desde el punto de vista legal, y que el hablante que quiere hablar suajili pueda hablarlo sin menospreciar a quien ni quiere ni puede hablar suajili.