Las heridas de la historia es un estudio sobre la guerra civil española que se inscribe en dos ámbitos estrechamente relacionados. Melilla, la ciudad en la que se produjo la sublevación militar de 1936, episodio crucial de la historia contemporánea española, y el Protectorado de España en Marruecos. Esta dualidad favorece la reflexión sobre el legado historiográfico y su vigencia en los problemas actuales de Melilla, así como su imbricación en los contextos políticos y culturales del siglo XXI. El texto de Vicente Moga contrasta las fuentes historiográficas conocidas sobre la guerra civil con nuevas referencias documentales y bibliográficas, contextualizando de manera especial las aportaciones de los «vencidos». El libro presta especial atención a dos personajes cruciales: el capitán Virgilio Leret, jefe de la Base de hidroaviones de Atalayón, y su mujer, la escritora Carlota ONeill, cuyos destinos fueron truncados por la durísima represión que desató el Ejército africanista. Virgilio Leret fue torturado y fusilado, mientras que su mujer, separada de sus hijas, pasó en prisión más de cuatro años. Carlota ONeill escribió sus libros carcelarios como testigo de cargo, consciente de la repercusión de aquellos primeros disparos que incendiaron el mundo la tarde del 17 de julio de 1936. Sesenta y cinco años después de finalizada la Guerra Civil, este libro aspira a sacar a flote una página de la historia de España, dando paso a algunas de las cientos de voces acalladas durante los últimos cuarenta años tras un muro de silencio.
¿Qué tienen en común las sociedades llamadas ?primitivas? y las comunidades hacker de principios del siglo XXI? De acuerdo con las conclusiones de este ensayo, ambas comparten, pese a estar separadas por cientos de años, un gran número de rasgos organizativos. Los ?maestros hacker? de nuestra sociedad post-industrial y planetaria, habitantes de Internet y expertos en tecnologías de la información, se parecen a aquellos jefes kwakiutl que debían redistribuir sus riquezas en grandes fiestas o ?potlachs?. El maestro hacker está también obligado a redistribuir el conocimiento generado por la comunidad si quiere mantener su estatus y prestigio social. Así, el recorrido intelectual que Pau Contreras nos propone en Me llamo Kohfam nos conduce desde el ciberespacio hasta los territorios más clásicos de la Antropología, pasando por la televisión digital, las tarjetas pirata y el sabotaje industrial, con el objetivo de comprender como el hacker construye su identidad y crea conocimiento en el marco de la sociedad-red. Para Pau Contreras la identidad hacker debe ser entendida como un proceso y no como una esencia. La identidad-red hacker se reinventa de manera continua a través de una acción colectiva consistente en la creación de conocimiento dirigido a la resolución creativa de problemas técnicos. Las configuraciones sociales hacker constituyen, en palabras del autor, una inteligencia-red: una comunidad virtual caracterizada por su creatividad y su capacidad de innovar. Con una aproximación teórica interdisciplinar, que une la ?era de la información? de Manuel Castells con los ?nuevos movimientos sociales? de Alberto Melucci y los ?bandoleros? de Eric Hobsbawn, y una aproximación metodológica novedosa, basada en el uso de identidades múltiples por parte del investigador, Me llamo Kohfam constituye, además de un interesante retrato etnográfico de las comunidades underground de la televisión digital, una reflexión sobre las nuevas formas de sociabilidad y las nuevas concepciones del yo en los entornos virtuales de la sociedad planetaria. ?Estamos ante una excelente aproximación al mundo hacker desde la investigación etnográfica. Pau Contreras nos muestra las dinámicas sociales y cómo funcionan los auténticos procesos de creación de conocimiento en los grupos hacker, evitando estereotipos y mitificaciones.? Joan Mayans. Director del Observatorio para la Cibersociedad.
Este libro aborda, desde el contexto particular de la protohistoria extremeña, problemas y retos investigadores ampliamente extendidos por las geografías y los tiempos del Mediterráneo: las colonizaciones agrarias u otras formas de ocupación rural, la propiedad de la tierra, las relaciones de subordinación y dependencia, los intercambios entre mundo rural y urbano o la «señorialización del campo». El proceso histórico concreto que se analiza en esta ocasión se desarrolla entre c. 800-400 a.C. en el actual territorio extremeño, integrado desde fechas tempranas en el «sistema regional tartésico». En dichas coordenadas, este trabajo aporta una singular lectura sobre el campesinado y los «señores de la tierra», reconocidos en caseríos recientemente excavados y edificios monumentales como La Mata (Campanario, Badajoz), respectivamente. El autor interpreta el origen, auge y final de estas aristocracias rurales desde un esquema «heterarquía-jerarquía-heterarquía» que entrelaza modelos organizativos y tradiciones del Bronce final, la heterogénea orientalización y coyunturas concretas como la propia crisis de Tartessos. Desde tal perspectiva, la tierra, los campesinos y los grandes propietarios resultan cada vez más ineludibles para el conocimiento y la comprensión de las llamadas «culturas urbanas» de la protohistoria peninsular y mediterránea.
Entre el ensayo antropológico y la propuesta política, escrito con gran talento, La cultura de los suburbios nos ofrece un análisis sobre qué ocurre en la periferia de nuestras ciudades. Unas reflexiones originales que nos invitan a descubrir el rostro del Otro, del que sólo conocemos su existencia al ver por la televisión los automóviles que arden por las noches y peleas entre pandillas, entre otros problemas de convivencia que saltan a las primeras páginas de los periódicos. Donde los urbanistas y los políticos idearon no man's land de hormigón para alojar la clase inmigrante y trabajadora, Hatzfeld descubre creatividad e ingenio en la diversidad de las gentes de los suburbios. En palabras del autor, el suburbio es una microsociedad diversa, compleja, original, que dispone de un espacio particular, de una historia propia, y también de una cultura específica; se trata de una sociedad capaz de hacer, de decir, de pensar conforme a los rasgos de esta cultura original. Y es en esta cultura original, compuesta de la suma de orígenes y tradiciones dispares de unos pobladores que comparten un mismo presente de carestías, donde el autor ve un potencial renovador único, una oportunidad tanto para la sociedad de los suburbios como para la de las ciudades. De este modo, nos presenta las florecientes y cambiantes -rabiosas- expresiones artísticas de los jóvenes del extrarradio, la relación entre los viejos y los jóvenes, o el ingenio de las economías informales que se desarrollan en cualquier rincón de los barrios periféricos. Pero lejos de idealizar la cultura de los suburbios, de intentar encontrar alguna virtud intrínseca de la tradición popular, del exotismo étnico o de los efectos de la lucha por la supervivencia, el autor descubre en la periferia lo mejor y lo peor en cuanto a comportamientos, valores y prácticas. La difícil y contradictoria situación que vive la mujer joven del suburbio, atrapada entre la cultura de sus padres y la cultura de emancipación, o el nihilismo amargo con que los jóvenes canalizan sus fustraciones podrían ser ejemplos de lo segundo.
Morris estudia al hombre como el hombre estudia a los animales.. Ninguna especie animal ha tenido mayor impacto sobre el planeta que el macho humano. ¿Qué es lo que distingue su legado de las de todas las otras formas de vida, incluyendo la hembra? Después de su aclamado libro La mujer desnuda, Desmond Morris investiga este éxito de la evolución y hace un estudio minucioso del cuerpo del hombre, en el que examina las características biológicas de su anatomía y describe las numerosas formas en que las costumbres locales o las modas las han modificado, suprimido o exagerado. Es una historia natural de este espécimen fascinante de una especie, no por más conocida menos en peligro. Está escrito desde la perspectiva de un zoólogo y argumentado con datos científicos, pero no faltan las anécdotas y conclusiones sorprendentes, incluyendo un polémico capítulo que examina las tendencias sexuales del hombre.
Les rondalles alguereses constitueixen una aportació o, en algun cas, una revisió a la rondallística catalana. I, d'entre les diverses comprovacions interessants a fer, destaca notòriament l?expressivitat del lèxic, amb uns girs i uns mots que, inusuals a Catalunya, tal volta ho són avui per haver-los perdut, encara que massa sovint la causa es troba en els refrecs culturals, els quals ens obliguen a estimar l?Alguer com un baluard idiomàtic ?i no pas solament lingüístic- que ens cal vetllar. Apareixen les RONDALLES ALGUERESES en l?avinentesa del 25è aniversari de l?anomenat «Retrobament» de l?Alguer i els altres Països de parla catalana. I a la vegada, quan ja està en marxa el II Congrés Internacional de la Llengua Catalana. La circumstància pot resultar, doncs, significativa.
El planteamiento pionero de James Clifford, uno de los teóricos más originales de la llamada antropología posmoderna, ha revolucionado el tradicional reparto de papeles y la lógica de la relación entre sujeto y objeto en la investigación antropológica y etnográfica. Los ensayos del presente volumen muestran en qué medida las concepciones y prácticas culturales de Occidente son efecto de su encuentro con otras culturas, desafiando su autoridad y futura identidad. Con su propuesta de una «antropología de la antropología», el autor descubre un dilema que no es exclusivo de los investigadores antropólogos, sino que es inherente a toda nuestra cultura. Vivimos en un mundo en el que se superponen de tal manera diferentes tradiciones, prácticas y sistemas de significación, que ya no se puede hablar de un punto de vista único e idéntico ni tampoco de un objeto de estudio «auténtico» en el sentido clásico. Sólo se puede estar en la cultura mientras se mira la cultura. El original análisis de Clifford muestra, por un lado, los profundos dilemas de la lucha de identidad de los indios norteamericanos tal como se reflejan en sus declaraciones en documentos judiciales. Por otro lado logra que se perciba bajo una nueva luz la literatura de viajes, las artes primitivistas, las ficciones coloniales de la etnografía, las relaciones de poder y diálogo en el trabajo de campo y las luchas cotidianas de la identidad. En autores como Michel Leiris, Victor Segalen, Joseph Conrad y Bronislav Malinowski, el autor descubre cómo se ha ido reorganizando la mirada hacia otras culturas a lo largo de la primera mitad del siglo xx.
Dioniso es sin duda el más cosmopolita de los dioses de Grecia y en estas páginas es posible conocer la amplia penetración de este personaje en un imaginario compartido con Siva, el dios de Israel el de la fiesta, el de la cosecha de los frutos o el Osiris egipcio. El presente es un esclarecedor ensayo sobre uno de los dioses más fascinantes de la mitología griega, a quien Baudelaire llama el dios misterioso en las fibras de la vid. Imprevisible, diverso, ¿cómo reconocerlo? La máscara que lo oculta es la que lo revela. Su aparición está hecha de juegos incesantes, de presencia y de ausencia, su identidad permanece indefinidamente en el equívoco. Se presenta así bajo la máscara del que no está jamás en su morada; encarna en lo imaginario griego ese extranjero del interior. En una prosa vigorosa y provocativa, se ofrece un Dioniso que habita las potencias de la vid y que, cuando su jugo brota -sustancia en la que se mezcla la muerte y la vida-, el vino precipita al hombre en la bestialidad o lo transporta hacia el éxtasis divino.
Estudio considerado un clásico en el área de la antropología social; se centra en el análisis de la cultura: su naturaleza y estructuración, los materiales que la integran, sus aspectos y su dinámica; con brillantez nos muestra el vasto panorama de culturas sencillas y complejas, antiguas y modernas.