Se centra esta obra en la respuesta del campesinado a las oportunidades del mercado, desarrollando estrategias adaptativas para sobrevivir mejorando. Resultaron ser la vanguardia del campesinado español por su integración en el mercado de trabajo extra-agrícola, siendo pioneros en la costumbre de vender para comprar.
La cita que da título al libro, es profusamente utilizada por los españoles exiliados en la URSS al inicio de la Guerra Civil española, sintetiza el choque entre construcciones diferentes de la identificación individual y colectiva, generadas por historias vitales y modelos cognitivos, distintos. El estudio reconstruye el espacio discursivo dentro del cual los sujetos, sometidos a situaciones de multinacionalidad, se adhieren a, o niegan -según los contextos sociales e históricos- los vínculos aparentemente más establecidos como la "ciudadanía", la "nacionalidad" o la "familia". En suma, se sustituye la mera denuncia de la ilusión identitaria por la puesta en evidencia de la variabilidad, la ambivalencia y los envites simbólicos y sociales que entran en juego en los procesos de adscripción y de reconocimiento personal y grupal.
El mensaje de esta crónica bien escrita es el de ser testigo de un mundo en vías de desaparición, de un estilo de encarar la vida y el trabajo, de unos principios y actividades narradas de primera mano por su autora.
El libro posibilita un acercamiento a la antropología urbana desde dos ángulos diferenciados. Desde el primero se observa la naturaleza y los últimos desarrollos de la antropología urbana.