Ir al contenido
«La reina estaba desnuda.Desde la terraza de su palacio, Cleopatra observaba, sin duda por última vez, su querida capital, la deslumbrante Alejandría. El viento suave de la noche no calmaba su irritación. Ella, la soberana de Egipto, tierra amada por los dioses, la cual había creído conquistar y la cual perdía, ella, la dueña absoluta de un rico país, ¡reducida a la soledad y a la impotencia!»Así arranca una de las novelas más anheladas por los lectores de Christian Jacq tras largos años de espera y numerosas peticiones para que abordara el personaje de Cleopatra. Una novela en la que cobra vida la hábil estratega que liberó a Egipto del yugo romano.La mujer cuya extraordinaria belleza, envuelta en oro y piedras preciosas, ocultaba una inteligencia y una ambición únicas. La seductora infatigable que enloquecía a los hombres. El gran amor de César. La leyenda personificada. El último sueño de Cleopatra es un retrato único de la majestuosa reina del Nilo por el maestro del género, el novelista y egiptólogoChristian Jacq.
Carla y su hermano Miguel se acaban de trasladar a París junto a su padre. Miguel rompe accidentalmente un escarabajo de cristal del museo Louvre. A continuación, Carla se despierta, sin saber cómo ni por qué, en el antiguo Egipto de los faraones. La protagonista tratará de encontrar el modo de volver a casa y a su tiempo.
Víctor acompaña a sus padres, que son arqueólogos, a la excavación de una nueva pirámide recién encontrada en Egipto. Yasmine, hija del dueño del pequeño hostal en el que se alojan, le mostrará las sombras de unas extrañas criaturas con cabezas de animales que aparecen por la noche. Las sombras los guiarán hasta el otro lado del tiempo, donde conocerán a Ahmes, el hijo del arquitecto que diseñó la pirámide que ahora está siendo excavada. Además de disfrutar de la lectura, los niños aprenderán sobre el cálculo del área de una pirámide, y acerca de la religión y el arte del Antiguo Egipto.
En el antiguo Egipto el amamantamiento duraba los tres primeros años de la vida, cuando el niño vivía inmerso en la unidad familiar amparado por la madre o la nodriza. La leche de mujer consolidó unos vinculos afectivos con carácter tan perdurble, que qu
Los jeroglíficos egipcios que, a diferencia del alfabeto occidental, denotan visualmente un concepto básico del pensamiento, fueron una invención fundamental para el desarrollo de una sociedad compleja. Su estudio y conocimiento nos aportan más información que los restos arqueológicos, porque nos revelan las prioridades, las preocupaciones y las creencias de los habitantes del Antiguo Egipto. El profesor Kemp, autor del libro esencial El Antiguo Egipto, Anatomía de una civilización (Crítica, 1996) nos facilita aquí, en 100 jeroglíficos, la llave maestra para asistir a la vida cotidiana de los antiguos egipcios y adentrarnos en las creencias históricas y mitológicas de una civilización que, cinco mil años después de su inicio, nos sigue fascinando.