La búsqueda de información sobre la peripecia de Yuder Pachá -un morisco granadino que tras conquistar el reino de Sudán en el siglo xvi se instaló en Tombuctú, de donde procede la actual comunidad arma- fue el motivo del primer viaje de MANUEL VILLAR RASO al Sahel, un «continente aparte» dentro del propio continente africano, donde «no existen las fronteras, ni siquiera entre la vida y la muerte». Resultado de este y posteriores viajes por Malí, Mauritania, Burkina Faso, Níger y Sudán, ÁFRICA EN SILENCIO combina el relato literario con el histórico, el pasado con el presente, la reflexión personal con la social y política, al hilo de vívidas descripciones de ríos y desiertos, de palmerales y ciudades decadentes. Por sus páginas desfilan exploradores, músicos como Salif Keita, líderes musulmanes como el Mahdi, traficantes de armas, prostitutas, emigrantes hacia el sueño europeo y aventureros arrastrados por el mito del continente negro, pero sobre todo y también la mujer africana, quien a pesar de su discriminación, del hambre, las guerras, las enfermedades, la muerte temprana de sus hijos y la ablación, es capaz de sobrevivir en situaciones extremas y mantener la esperanza de esa tierra.
El presente libro explora las distintas formas en que los gobernantes africanos se han servido del arte y la arquitectura para definir su identidad individual y estatal desde el siglo XVI hasta finales del XX. Analiza las artes de varios reinos escogidos entre África occidental y central en el contexto de sus propias culturas así como en su relación con el impacto del comercio y el colonialismo europeos. A través de sus descripciones y una sutil interpretación de una amplia gama de piezas individuales, Suzanne Blier estudia temas que trascienden lo concreto y afectan a cuestiones más generales del arte real y dinástico. La arquitectura palatina, las insignias y las ceremonias reales, las mujeres de la corte, la autoridad divina, la cosmología del Estado, la historia dinástica y la importancia del arte en la diplomacia y la guerra son algunos de los temas que aborda de un modo sumamente atractivo. El texto cobra vida gracias a un rico repertorio de ilustraciones que incluyen grabados del siglo XIX, fotografías contemporáneas de gobernantes con su séquito, objetos in situ y expuestos en museos, y dibujos explicativos de símbolos y motivos decorativos de la realeza. Palabra e imagen se unen, pues, para ofrecer una visión única del arte de los reinos de África, cuya perenne importancia ha quedado de manifiesto en las comunidades africanas reubicadas en las Américas.