La Catedral de Valencia y la Basílica de la Virgen de los Desamparados, patrona de los valencianos, son un espléndido museo de los estilos europeos, una lección de arquitectura y de artes plásticas, enriquecida con la Cripta de la Cárcel de San Vicente y el Centre Arqueològic L'Almoina, donde se hallan testimonios arqueológicos medievales y restos de la Valentia romana y del conjunto episcopal visigodo, musealizados de forma didáctica y evocadora.