Estas Cartas filosóficas (1795-1796) fueron compuestas el año en que concluyó sus estudios de filosofía y teología en Tubinga y contienen un ajuste de cuentas con la recepción de Kant y el dogmatismo heterodoxo de Spinoza. Sitúan con razonable precisión a Schelling en el panorama filosófico de esta formidable década y merecen un lugar noble entre las obras filosóficas sobre la filosofía misma.