Prólogo, traducción y notas de Ricardo Cano Gaviria. Entre los meses de octubre de 1849 y ddj junio de 1851, Gustave Flaubert, a la edad de veintiocho años, llevó a cabo en compañía de su amigo Máxime du Camp un largo viaje por el Oriente, que ha llegado a ser considerado como el episodio más importante de su vida. «Su viaje a Egipto fue el hecho capital de su existencia. Su genio encuentra en él su forma definitiva y se precisa en sus , tendencias», anotó ya alguien taxativamente en el momento del «redescubrimiento» de Flaubert a comienzos del siglo. De esta especie de viaje «aprendizaje» el mejor documento que tenemos son las propias cartas enviadas durante su largo periplo por el escritor, las cuales se publican aquí por primera vez en castellano, y que además de brindarnos un minucioso recorrido por el Oriente —Egipto, Líbano, Palestina y Turquía— son de hecho la mejor introducción a su obra. Completan el libro dos Apéndices, uno sobre los aspectos más relevantes del periplo por Grecia e Italia que Flaubert hizo a su regreso, y otro sobre el episodio, crucial en su vida y en su obra, de la noche pasada con una danzarina oriental, la almea Kuchiuk Hanem, modelo indirecto de Salambó, y sin duda uno de los mñas intrigantes personajes que hayan inspirado a un autor.