Instaurador en España -adonde llegó en 1516- de la dinastía de los Habsburgo o " casa de Austria " , el emperador Carlos V (1500-1558) hubo de gobernar en una época fascinante y agitada como pocas, marcada por los inicios de la exploración y la conquista del continente americano, la rápida difusión de nuevas ideas propiciada por la invención de la imprenta, la rebelión protagonizada dentro del orbe católico por Lutero y sus seguidores, y la creciente amenaza turca tras la caída de Constantinopla en 1453. El vasto territorio sobre el que el emperador ejercía el poder incluía los centros económicos más ricos de Europa -Génova y Amberes-, pero su propia extensión y dispersión, así como su heterogeneidad, hacían que gobernarlo resultara una empresa extenuante y utópica. Wim Blockmans esboza en este libro el progreso y caída (encarnada en el retiro a Yuste en 1555) de uno de los gobernantes más importantes de la historia, pintándonos el retrato de un político indeciso y riguroso que procuró mantener su poder en un mundo sometido a un drástico proceso de cambio.