La mayor parte de la obra de Dunsany se inscribe en la órbita de lo mítico, pero su narrativa conforma un universo imaginario personal y singularísimo que bebe de las múltiples fuentes del mito y de culturas y tradiciones muy diversas. Dunsany, al narrar, lo hace dándole a la narración la libertad del sueño, para recuperar así una relación con el mundo, con la naturaleza, en la que el hombre se siente partícipe de un hondo secreto. José Ángel Valente quien, en un artículo publicado en Las palabras de la tribu y titulado «Lorca y el caballero solo» apuntó la posibilidad de que el poeta andaluz hubiera leído a Dunsany. Valente demostraba la relación profunda que hay entre la materia mítica del mundo lorquiano de Poema del cante jondo, Canciones o Romancero gitano con algunos aspectos de la obra de Dunsany y singularmente con Carcasona. Ya no importa, en realidad, si Lorca llegó a leer o no la obra de Lord Dunsany; la materia mítica el viaje al centro, el anhelo frustrado por la sentencia implacable del destino es la misma, incide en un solo fondo común, y sea cual sea su origen en la obra de ambos escritores, habla en cada uno de ellos con el hondo misterio arcano y la verdad del mito, del sueño y de la poesía inmemoriales. Victoria Pradilla y Alfonso Alegre Heitzmann. Autor: Lord Dunsany (nació en Londres 1878 1957) Edward John Moreton Drax Plunkett, dramaturgo y narrador irlandés, decimoctavo barón de Dunsany, cuya genealogía se remonta hasta el siglo XII. Fue escritor versátil y creativo, incluyó la fantasía, el drama, la poesía, la ciencia ficción, la prosa, la autobiografía... conjugó su dedicación a la literatura con una vida muy activa. Fue gran deportista y maestro de ajedrez. Participó, como oficial, en la Guerra de los Boers y en la Primera guerra mundial. Su obra explora el mundo de la fantasía y crea una mitología onírica propia No escribo nunca sobre las cosas que he visto; escribo sobre las que he soñado, afirmó.