Los dos protagonistas ante cuyos ojos discurre el relato son Svasti, un joven pastor de búfalos y el mismo Buda. Me he abstenido de describir los numerosos milagros que se citan a menudo en los sutras para embellecer la vida del Buda. Él mismo aconsejó a sus discípulos que no perdieran tiempo ni energía en el logro y el empleo de los poderes sobrenaturales. No obstante, he incluído muchas de las dificultades que encontró durante su vida causadas por la sociedad civil y por sus propios discípulos. Si el Buda aparece en este libro como un hombre próximo a nosotros es, en parte, gracias al relato de tales dificultades.