Cómo, cuándo, cuánto y cada cuánto nos movemos hoy tienen muy poco que ver con lo que fue la actividad física durante la mayor parte de nuestra historia biológica. Hemos llegado al momento más sedentario de nuestra historia. Sobrevivir ya no requiere movimiento. El único movimiento natural que todavía conservamos es caminar, aunque de las cuatro horas diarias de marcha de nuestros antepasados hemos pasado a unos escasos treinta minutos. Sin apenas movernos, podemos sobrevivir, pero no vivir bien. De hecho, estamos pagando un alto precio. Todas las enfermedades modernas no contagiosas (obesidad, diabetes, cardiopatías, depresión, artropatías, cáncer, etcétera) están relacionadas, en mayor o menor medida, con la falta de actividad física. Porque la naturaleza del ser humano no es sedentaria. El movimiento es el peaje que debemos pagar por ser humanos, por estar vivos. ¿Crees que el fitness, el deporte, el running y el ejercicio esporádico y repetitivo en el gimnasio son suficientes para nutrir la necesidad de movimiento de nuestro cuerpo? Hacer ejercicio es algo que hemos inventado cuando comenzamos a darnos cuenta de que nuestro estilo de vida cada vez implicaba menos actividad física. Moverse no es hacer ejercicio; es mucho más. ¿Cuánto hace que no das un salto, que no te arrastras, que no te cuelgas y dejas caer, que no mantienes el equilibrio sobre una sola pierna? En este libro, Rober Sánchez nos ayuda a reconectar con nuestra necesidad de movimiento y nos ofrece las claves para que comencemos a movernos más y mejor, sin necesidad de gimnasios, programas, expertos o aplicaciones que nos digan qué hacer.