La provincia de Palencia bien puede tomar el sobrenombre de su catedral "la Bella Desconocida" y extrapolarlo a toda ella, ya que atesora bellezas naturales y culturales de primer orden. De hecho en su alargada figura podemos encontrar un amplio abanico de posibilidades que abarcan desde la Cordillera Cantábrica a las llanuras de Tierra de Campos y el Cerrato, sin olvidar las zonas intermedias de transición salpicadas de páramos y vegas que dan una gran variedad al territorio. Esperemos que tras conocerla e profundidad eliminemos el adjetivo de "desconocida" y simplemente nos quedemos en el de "bella"