Tres amigas se encuentran durante el verano a orillas del lago Dragonfly, en Nueva Inglaterra. Cada una acude por un motivo y busca algo distinto. Morgan O’Keefe se encuentra atrapada en una jaula de oro. Con treinta años y un bebé precioso, siente sin embargo que algo le falta, pues ha tenido que abandonar una carrera científica que le apasionaba para cuidar de su hijo, prácticamente sola, ahora que su marido pasa casi dieciséis horas al día en la oficina. Tiene una casa preciosa, pero su vida social es casi nula, echa de menos su trabajo y a Josh, que llega demasiado cansado a casa. Natalie Reynolds acepta la oferta de su tía para pasar un año en la casa que esta tiene junto al lago. Apasionada de la pintura, sueña con convertirse en la artista que siempre ha querido ser. Sin embargo, en el lago Dragonfly todo son sorpresas, y para una nadadora poco hábil como ella, la mayor es verse rescatada de las aguas por un guapo vecino, Ben. Bella Barnaby decide dejar su empleo en Austin y volver a su casa cuando su madre se rompe una pierna y ya no puede atender la tienda que regenta, Barnaby’s Barn. Pero hace mucho más que eso: convierte el negocio familiar en una tienda de antigüedades y arte de nivel al tiempo que Aaron, un atractivo arquitecto, la desea y tiene otros planes para ella, en San Francisco.