El autor realiza un ejercicio de memoria histórica, en el que analiza la situación de la lucha armada y la militancia obrera en la Italia de la década de 1970, reflexionando sobre el objetivo y el significado de la violencia en el contexto de las democracias formales, regidas por sociedades capitalistas y profundamente marcadas por la reestructuración de los viejos sistemas de producción. El libro trasciende así la pura narración de los hechos vividos por el protagonista para convertirse en una lúcida reflexión sobre el pasado y el presente de las diversas estrategias de lucha y resistencia obrera, así como sobre la compleja relación existente entre política, democracia, violencia y composición de clase en el día de hoy.