Pierre Bourdieu no habría resultado tan molesto para su época si hubiera asumido el papel previsto para personas como él. Se esperaba que su estatus de hombre de ciencia, poseedor de un conocimiento enorme, debía protegerle del contacto con realidades y modos de pensar ?vulgares?. Pero él no quiso aceptar ese papel de ?sabio en la burbuja?, lo que le valió numerosos reproches, pues no entendían que siendo uno de los intelectuales más prestigiosos y privilegiados de su tiempo se hubiera propuesto ?y hubiera logrado? acercarse también a la gente normal. Bouveresse y Bourdieu simpatizaron desde el principio, en gran parte debido a la similitud de sus reacciones sobre el modo en que la ?razón sabia? debía tratar al ?sentido común? y a la gente común. Bourdieu decía que ?nunca había sentido justificado su existir en tanto que intelectual?. Y consiguió traspasar esa barrera.