Un romance de época que se lee entre suspiros, con personajes inolvidables y un estilo muy visual. Una historia que muestra que el amor puede salvarnos de cualquier abismo y sanar el dolor más profundo. Páginas cargadas de esperanza, amor y seducción, de una de las autoras de romántica histórica más aclamada en nuestro país. Michael Maellark es un dandi que se dedica a despilfarrar el dinero y a entregarse a la morfina, al alcohol, y como no, al sexo. Su vida es un desconcierto de estrepitosas situaciones, donde lucha por mantenerse en pie y seguir avanzando como un autómata. Antes hubiera intentado enmendar el caos que provoca, pero ahora ya no le importa. Siempre fue un consentido, pero desde que Cassandra lo dejó, cayó en el abismo. Céline Montfadal es una dama francesa, joven y muy acaudalada que se ha instalado en Londres durante algunos meses después de enviudar. Lo que nadie sabe es que se vio obligada a casarse con un hombre sesenta años mayor que ella, alcohólico y violento que la torturó. Céline había perdido la esperanza en la vida, pero entonces su esposo falleció, y ahora está decidida a ser libre y feliz. Tanto Michael como Céline intentan seguir adelante. El uno, porque está dispuesto a conseguir una conquista más, como si no tuviera suficientes problemas
y la otra, porque no está dispuesta a perder el tiempo con galanes de medio pelo, no piensa renunciar a su libertad. Pero entonces, ¿por qué el destino se empeña en que sus caminos se crucen?