Mi querida bolita, cuando yo era pequeña soñaba con ser bailarina. No..., con ser una abeja bailarina como tú. Yo era bolita. No... Bolota. Yo nunca bailé en la ópera... ¡Gracias por haberlo hecho tú por mí! Dale recuerdos a Marcelo, a Gedeón y al León-zapatón. P.D. No te fíes de la reina... ¡Hasta pronto! Muchos besos. Catherine Alric.