Inmortalizada en nuestra memoria ha quedado para siempre la cara de póquer de Humphrey Bogart, con el cigarrillo colgado de los labios, el sombrero ladeado y la impecable gabardina con el cuello subido. Bogart es ya un mito del celuloide, al igual que Greta Garbo, Marilyn Monroe, James Dean o Marlon Brando. Pero ¿quién se escondía realmente detrás del legendario actor de El halcón maltés, Casablanca, El largo adiós o La reina de África? El personaje de ficción ocultaba a un ser ante todo abrumado por la fama, que, en la vida cotidiana, llegó incluso a confundirse con el tipo duro y cínico de la pantalla. En realidad, Humphrey DeForest Bogart tenía una personalidad conflictiva: si por un lado estaba el hombre educado y de excelentes modales, inteligente, culto e incluso comprometido políticamente, por el otro estaba el bebedor compulsivo, conocido por sus peleas nocturnas y la relación violenta con alguna de sus cuatro esposas. Sólo al lado de la no menos mítica Lauren Bacall, con quien protagonizó películas memorables como Cayo Largo o Tener o no tener, encontró la paz interior que durante tanto tiempo había buscado. Esta biografía de Bogart se considera la definitiva entre otros motivos gracias a la exhaustiva investigación de A.M. Sperber, que entrevistó a unas doscientas personas cercanas a Bogart (desde amigos personales que aportan testimonios sobre su compleja relación con los padres, hasta John Houston, Katharine Hepburn o el director Richard Brooks, entre muchos otros), removió los archivos de la Warner Brothers y estudió su correspondencia. En 1994 la muerte sorprendió a Sperber mientras trabajaba en esta biografía, que un año y medio después pasó a manos de Eric Lax.