En este libro se reconstruye el período milenario que en el curso del medioevo ha unido a Venecia con el Imperio bizantino, hasta la caída de Constantinopla en el año 1453. La relación entre Bizancio y Venecia comienza en el siglo vi, dejando un legado que provocó que la ciudad de las lagunas, cuya vocación comercial era fortísima, se proyectase hacia Oriente, afianzándose como una potencia mediterránea, frontera entre oriente y occidente, entre el mundo musulmán y el mundo cristiano. El relato de los hechos que van desde la fundación de Venecia, en un momento de gran presión por la expansión lombarda, a la dependencia con el Imperio bizantino (aun con el crucial privilegio de poder comerciar libremente dentro de sus fronteras), a la hostilidad que conduce a Venecia a participar y financiar en la cruzada por la reconquista de Constantinopla, todo lo que se narra en este libro es un capítulo esencial del mundo mediterráneo y de la Edad Medieval.