El adversario sigue siendo la banca, pero en términos de reapropiación de los valores financieros. Sin embargo, lo que interesa no es tanto saber cuál es el adversario, sino como se forma y se nutre la lucha. Lo que no conocemos bien, porque nace solo de las experiencias innovadoras, es cómo las singularidades pueden vivir y constituirse dentro de este proceso. Por eso, el problema no es el de la conciencia política, sino un problema ético-político acerca de cómo modelar el deseo. Modelar el deseo de la singularidad para construirlo como elemento colectivo al interior de experiencias que permanecen irreductiblemente libertarias. Son temáticas verdaderamente spinozistas. TONI NEGRI.