"Allí tenían monstruos." Eso fue lo que Tom oyó sin querer en el bar esa noche. Y oyó más cosas que podrían llevarlo al fin a averiguar la verdad sobre la muerte de su hijo, diez años antes. «Un desgraciado accidente durante unas maniobras», le había comunicado el Ejército. Pero entonces ¿por qué habían sellado el ataúd en el que lo habían enviado a casa? Así que una noche oscura, en un campo desolado, Tom empieza a excavar la fosa común donde espera (y teme) encontrar los restos de su hijo. Lo que encuentra en su lugar es el horror: cadáveres encadenados, descompuestos, decapitados, mutilados. Y una niña podrida, aparentemente muerta, que sin embargo le promete a Tom ayudarlo a encontrar lo que está buscando si la libera?