Una simpática familia de conejos comparte la práctica del mindfulness con los lectores, ya sean los niños, sus padres o sus maestros. El libro incorpora técnicas y herramientas para que los niños se habitúen a otra manera de afrontar su día a día, estando más presentes en lo que ocurre en el cuerpo, en lugar de dejarse llevar innecesariamente por lo que surge en la mente. Evitarán así que las sensaciones de estrés vayan a más y aliviarán episodios de ansiedad o angustia. Se pone mucho énfasis en la concienciación del cuerpo, en el disfrute de las pequeñas cosas, en aprender a comer con los cinco sentidos, en observar la respiración o en saber cómo calmarse. Una joya, exquisitamente ilustrada.