Al abrigo de la noche se desatan los sueños…Lucy se dirigió hacia el balcón que daba al jardín y lo abrió de par en par. Era una noche estrellada, limpia y serena, inmensa en su negrura y abierta a todos los sueños. Una noche para vivirla, no para estar allí, encerrada en una habitación que se había transformado de refugio en celda por arte de no se sabe qué clase de magia…No era fácil para ella vivir al margen de la alta sociedad a la que pertenecía por derecho, pero todo lo había compensado el cariño de su padre, un hombre todavía joven, atractivo y orgulloso.Por una serie de circunstancias, su tranquila vida se había empezado a llenar de pronto de nuevas experiencias y dos hombres, cada cual más atractivo, se habían cruzado en su camino. Uno la amaría sin reservas, otro no querría amar ni ser amado, y antes de eso ella tenía que dilucidar a cuál de ellos iba a entregar su corazón… sin sospechar que era la pieza clave de un destino fatal.