El Alentejo es la tierra ligada para siempre a la vida y obra de Tavares, el paraíso perdido, mundo de pobreza y de solidaridad social. En una pequeña ciudad de esa región, de arraigadas tradiciones, transcurre la vida de Irisalva y su hermano Armenio. Sobre el áspero manto de una sociedad patriarcal y primitiva, bajo el frágil techo de un hogar represor y claustrofóbico, Irisalva comete la imprudencia de enamorarse de un hombre. El estilo de Tavares, poético y de gran belleza, es sólo comparable al profundo sentimiento de libertad y dignidad que transmite esta mujer.