Casi dos años después, Luca Di Ferro aparece delante de la puerta de Erika Lewis, queriendo saber quién es el padre de su hijo. Erika había vuelto a su hogar con la decisión de no volver a ver nunca más a Luca y mucho menos intentar de nuevo avisarle de su paternidad. Pero cuando Luca vio a su hijo, no dudó un instante en saber que era el padre y decidir llevarse a su hijo con él, aunque eso incluyera a la madre en el lote.