En este nuevo poemario de Luis Gutiérrez del Arroyo, la mayor parte de los poemas llevan a pie de página la mención de algún verso antiguo, del comienzo de alguna melodía del Renacimiento, de frases que se cantan o tocan en óperas barrocas. Con esas presencias lejanas, el autor los ha escrito utilizando sus propios motivos y ritmos, como si compusiese breves diferencias o recercadas. Expresan nuevamente la nostalgia, la pena por el amor perdido, por la vida que acaba; o la alegría de los momentos inolvidables, magníficos en la plenitud de los sentidos; o la única riqueza de los buenos recuerdos acumulados, de los viajes, de tanta música guardada. Y siempre la melancolía tiñéndolo todo, como un bajo que acompañase la existencia.