En aquel año del tifus dejamos a Sebastián Zubilleta camino de Inglaterra, navegando en la armada Txit Zorionekoa. Ahora ha llegado al destino. Un sitio llamado Portland, una punta de mar que casi llega a ser isla, al lado de la ciudad de Weymouth. No como él había soñado, lleno de gloria, sino preso. El joven Sebastián, herido y olvidando los recuerdos de lo acontecido, intentará rehacer los pormenores de la Armada Invencible, así como averiguar el modo de escaparse a casa. En ese camino se encontrará con insospechados amigos, aparecerán nuevos enemigos y algunos personajes que ya conocimos en las dos anteriores novelas. Sebastián, tal y como le prometió al príncipe Machiavelli, actuará con todos ellos siendo astuto como un zorro y fuerte como un león.