Azaría es un tranquilo y armonioso pueblo serrano, de calles blancas y empedradas, que vive ajeno a las convulsiones políticas del país gobernado bajo la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Esta paz del día a día se verá bruscamente interrumpida por el misterioso asesinato de dos ancianos, los hermanos Cándido y Paquita Gutiérrez. La precipitada intervención de la Guardia Civil, que conllevará a la detención y el salvaje interrogatorio de uno de sus habitantes, provocará una rebelión en el pueblo que obligará al gobierno central a intervenir con la figura del inspector Roberto Martín. Paralelamente, Inés, una solterona de tan solo veintisiete años apodada la Espanzurranovios, por extraños sentimientos de culpa y por su rebeldía innata, investigará por su cuenta el doble crimen a pesar de sus limitados recursos y del papel secundario de las mujeres en esa época.