El DSM ha fomentado avances revolucionarios tanto en la investigación como en la asistencia clínica, así mismo ha jugado un papel importante en el progreso realizado actualmente en las neurociencias clínicas. Al mismo tiempo, aún permanecen cuestiones fundamentales y controversias acerca del sistema de clasificación. A partir del análisis de casos clínicos los autores ilustran varios dilemas diagnósticos de gran complejidad teórico y científica e importancia práctica en la toma de decisiones clínicas como son: ¿Cómo determinar la causalidad en psiquiatría? ¿Cómo definir un trastorno mental? ¿Cuáles son las implicaciones de las pruebas de laboratorio y neuroimagen en la práctica y diagnóstico psiquiátrico? ¿Debe replantearse el sistema actual de cinco ejes por un sistema más amplio de dominios? entre otros. Es una obra de gran interés tanto para el investigados como para el clínico por su reflexión acerca de la validez y fiabilidad de algunos de los diagnósticos psiquiátricos incluidos en el DSM-IV, que a su vez conducirá a la mejora de las ediciones futuras del DSM.