La teoría política de Hobbes se presenta a la luz de las lecturas de tres autores que se ofrecen como sus lámparas. Contemporáneos entre sí, al tiempo que leen a Hobbes reaccionan a la situación crítica de Alemania en la que se gesta la catástrofe política más grave de la historia. Por un lado, Carl Schmitt, cuya herencia weberiana termina por traducirse en el paroxismo anti-weberiano de concebir la política como intento de salvación. Por otro lado, Strauss, con su reformulación de la pregunta por la necesidad de recuperar el derecho natural, con su preocupación por una fundamentación moral de la filosofía política. Por último, Kelsen, con su firme creencia en que la única manera de mantener un orden jurídico-político que pueda realizar de manera precaria y modesta la libertad humana es vaciando el derecho de cualquier contenido ideológico.