Frente al patrimonio social por esencia mutable, el capital social es una cifra contable que figura en el balance, actuando como cifra de retención y a la que se le ha atribuido la función de garantía o de responsabilidad frente a los terceros. Es una cifra fija y estable que aparece en los estatutos sociales, por lo que su aumento o reducción supone una modificación estatutaria, y consiguientemente la sujeción a los requisitos que la LSC prevé para cualquier modificación estatutaria. Por esta relevancia que tiene el capital social, tanto económica como jurídica, cualquier modificación del mismo reviste especial importancia, regulando la ley con detalle los requisitos para la adopción y ejecución de las ampliaciones y reducciones de capital social, por afectar tanto a los derechos de los socios (riesgo de dilución y exclusión) como a la posición de los acreedores (merma del umbral de responsabilidad)