En el ámbito del emprendimiento y de la gestión empresarial cuenta con una relevancia y significación importante el apartado relativo a los aspectos jurídicos. Así, en el presente ejemplar, a lo largo de una serie compuesta por cinco capítulos, nos proponemos condensar, de la manera más sencilla -esto es, no excesivamente técnica-, a la vez que completa, todas aquellas cuestiones que, tanto un emprendedor que quiere iniciar su aventura empresarial, como una pequeña o mediana empresa, han de tener en cuenta. Entre tales aspectos se encuentra siguiendo un criterio temporal razonable-, en primer lugar, la cuestión fundamental relativa a la forma jurídica que el empresario va a adoptar, bien al inicio de su actividad, bien como consecuencia de una evolución en la marcha de su negocio que justifique una transformación. Para ello, como veremos, el empresario habrá de ponderar una serie de factores: recursos con los que cuenta, tanto personales, como materiales; grado de compromiso que está dispuesto a asumir a la hora de contraer obligaciones; beneficios legales que, algún modelo en concreto, le puede reportar, etc. En segundo término, que el empresario pueda acometer los distintos trámites legalmente requeridos para la constitución y puesta en marcha de su negocio, en función de la forma jurídica por la que, con carácter previo, se haya decantado, así como ubicar los distintos organismos en los que los referidos trámites deben ventilarse, y más concretamente, los modos alternativos, si es que los hay, de hacerlo. En tercer lugar, que tenga conocimiento de las cuestiones más importantes en torno a una cuestión, tan relevante y a la vez común y habitual en el mundo empresarial, cual es la referente a la contratación de trabajadores que le van a ayudar en su actividad económica, tanto en lo relativo a aspectos puramente laborales (tipos de contratos existentes, incentivos a la contratación, etc.), como en lo concerniente a la Seguridad Social (altas, bajas, regímenes, afiliaciones, cotizaciones, etc.) También es importante, por su complejidad, que el empresario cuente con unas nociones básicas en lo relativo a los aspectos fiscales del mundo empresarial, tanto en la puesta en marcha como en el desarrollo de la actividad. A tal efecto, el capítulo cuarto incide tanto en las cuestiones de índole tributaria, como en las relativas a las obligaciones contables inherentes al negocio. Finalmente, no queremos dejar de asesorar al empresario sobre los modos de proteger las distintas materias objeto de una eventual propiedad industrial (patentes, modelos, diseños, marcas, nombre comercial, etc
); así como sobre la posibilidad de embarcarse en un modelo de negocio plenamente vigente, como es el relativo al mundo de la franquicia.